MÁS MUSICA 1 V.
SIMBADA 1
El
equipo
Tití 4
Maseta
7
Borja
6
Juanpi
5
Nacho
5
Negro
5
Horacio
5
Beto
5
Bebe
5
Oso
5
Mariano
4
Rorro
5
Tanque
5
Goles:
Primer tiempo: 26 minutos gol de Maseta. 40 min 3 seg. gol en contra de Tití (para Más
Música)
SIMBADA Y MAS
MUSICA SE
REPARTIERON LOS
ERRORES
Por Armando
Paredes
El partido con Más
Música fue una sinfonía de errores. Los dos equipos se repartieron desaciertos
durante los 80 minutos. Así fue como los dos goles que hubo –uno para cada
escuadra- provinieron de desgraciadas jugadas de ambos arqueros. Se podría
decir, casi, que fueron goles en contra. De todos modos, si tenía que haber un
ganador, ese era Simbada.
Beto cabeceó desviado cuando por detrás aparecía Borja
El equipo bordó fue
apenas superior en el primer tiempo. Por momentos tuvo pasajes de buen toque y
dinámica. Sobresalió Maseta, que además de tener una correcta marcación de su
punta, se transformó en una carta ofensiva, empujando al equipo hacia adelante y
si era necesario a los gritos.
Nacho, el Negro y
Horacio buscaron asociarse, pero más allá de algunos momentos de lindas
combinaciones pocas veces llegaron al arco con peligro, más allá de sendos
disparos de media distancia de Oreja y Negro. De todos modos, la intención se
insinuaba interesante. Pero por momentos los volantes parecían quedar muy lejos
entre sí y demasiado desconectados de Beto, que jugaba de
punta.
Beto encaró al defensor de Más Musica. Esta vez no pudo
En ese contexto, la
situación más clara que tuvo Simbada fue un disparo bombeado desde 45 metros de
Maseta, que el arquero de Mas Música desvió con la punta de los dedos y la
pelota pico en el travesaño. Las tribunas quedaron sin aliento y los comentarios
de algunos miembros del equipo en el banco de suplentes, maledicentes, eran que
Maseta había querido despejar. No fue así. Tiró al arco.
Primer aviso de Maseta. Disparo bombeado, el arquero y el travesaño la mandan al corner
El arquero le
confesó al referí que la había tocado para que se cobrara el córner. Estaba
aburrido de no participar y además quiso anotarse algún mérito en evitar el gol.
Igualmente fue aplaudido.
Gol de Maseta. Con un paso de baile, el arquero la empujó a la red
De todos modos, fue
el primer aviso. Tres minutos más tarde, Maseta, en un desborde por la izquierda
–su punta era la derecha- quiso esta vez sí tirar un centro pero el disparo
salió muy cerrado y algo llovido, lo cual complicó al arquero que en su intento
de retenerla la metió dentro del arco. Igualmente, el gol se le anotó a Maseta
porque el golero solo rozó el balón.
De lejos, Maseta
descolló en ese primer tiempo. El otro jugador que empujó, como siempre fue
Borja, pero esta vez sin la claridad y potencia de otras mañanas. Siempre fue muy firme en la marca,
especialmente cuando se escalonaba con Maseta y con Juanpi. La seguridad en el
fondo estuvo garantizada.
Así se iba el
primer tiempo, con un triunfo cómodo de Simbada y sin mayores contratiempos
ocasionados por Más Musica. Tití había tenido que intervenir, aunque sin mucha
exigencia en algunos ataques musiqueros.
Pero lo peor de la
jornada llegó a los 40 minutos y 3 segundos, ya en tiempo cumplido de la primera
etapa. En la última patada de Más Música, Tití tuvo su jugada más amarga del
campeonato. Un centro de derecha a izquierda de los musicales, sin muchas
esperanzas, débil y sin destino, fue deslizándose despacio hacia los pies de
Tití, que al poner mal las manos para retener el balón terminó empujándolo hacia
el fondo de la red. Gol en contra. Era injusto, pero era
empate.
Titi, el Uno, se sacó un Dos tras un gol casi en contra
Luego, es cierto,
Tití evitó la caída del arco en dos oportunidades, tapando pelotas muy
difíciles. Por ese motivo se salvó del 1 (uno) y se le admitió un 2
(dos).
Simbada había
tenido más y mejor la pelota. El segundo tiempo fue para el olvido. Las ganas de
Oso, corriendo y arrastrando, no alcanzaron. Oreja se fue diluyendo –aunque con
mucho despliegue y tirándose a los pies de los contrarios, aportando en defensa
y en ataque-, pero sin acertar el camino del peligro para el rival. Nacho, que
entró mucho en juego, peleó y luchó contra marcas duras, fue perdiendo piernas
por el extremo calor.
La gambeta mágica de Nacho esta vez no alcanzó
El Bebe y Rorro
cumplieron muy bien sus libretos, fueron muy correctos en sus marcas, mientras
que Mariano buscó pero nunca le llegó la oportunidad. Igualmente, siempre dio la
sensación de que Simbada estaba más cerca del gol. Hubo desbordes peligrosos de
Nacho y de Oso, pero nunca Simbada pudo terminar con el moño la jugada, ni
ponerle el sello ganador al último pase.
Oso, una cuota de dinámica pero, pero el equipo lució desconectado
Quedó la imagen de
un equipo demasiado incomunicado en la cancha, con pases largos, fácilmente
anticipables, y con volantes que no se agrupaban entre sí para progresar juntos
en el campo. Los bordos parecieron desconectados, muy lejanos unos de otros.
Cada simbadense que tomaba el balón no registraba una descarga a mano para
comenzar a herir al rival.
En los últimos
partidos, a Simbada le faltó más toque y rotación, movilidad de los que no
tienen la pelota para ofrecer un pase posible, una combinación, la que abre
espacios y la que confunde al adversario. Ese juego salió muy bien con Dynamo
Zagreb, pero Simbada nunca lo pudo repetir.
Horacio en uno de sus intentos. Se fue desviada
Así se diluyó el
partido, en medio del incipiente calor del verano, y con algunos intentos de
media distancia de Bebe, Rorro, Tanque y Oreja. Pero nada más.
Habrá una
oportunidad perfecta para a mejorar y dejar el año con buena imagen. Se podrá
salvar el orgullo contra Xeneizes, el equipo que ya es campeón con 21 puntos
sobre 21 posibles, a cinco del segundo, faltando una fecha por jugarse. Los
Xeneizes vendrán a jugar por el invicto; Simbada saldrá a la cancha por el
honor. La historia demuestra que los bordós también son capaces de la
hazaña.
APOSTILLA
Luego del partido,
el rostro de Tití lo decía todo. “Quiero que Armando Paredes me ponga un 1
(uno). No me lo puedo perdonar. No sé con qué cara voy a mirar a mi suegro
ahora. Soy el culpable. Pásenme una pistola”, declaró el Uno cuando se retiraba
de los vestuarios. Muchos compañeros lo consolaban diciéndole que mucho peor
había sido su partido contra Pincharratas. Uno de ellos era el Negro: “No
importa Tití, contra Pincharratas te hiciste dos goles. Hoy solamente uno”. El
Uno se quedó mucho más tranquilo. Igual le quedaría otro consuelo: del medio
hacia adelante, Simbada fue un conjunto de fantasmas que no pudieron quebrar a
Más Música. Igualmente prometió pagar el asado él solo… cuando lo
haga.
OOO
Anonymous estuvo aquí. No intenten cambiar mis cambios o sino...
OOO
Anonymous estuvo aquí. No intenten cambiar mis cambios o sino...
Quién fue el vivo que hackeó mi cuenta???
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