lunes, 2 de junio de 2014

SIMBADA DEMOSTRÓ QUE SABE JUGAR FINALES

Sacó un más que meritorio empate contra Old Boys por la Copa de Plata del Torneo Clásicos del CNSI. Pudo ganarlo sobre el final. Perdió en la lotería de los penales, por 1 a 0. Denuncian que el día anterior hubo una maniobra para achicar los arcos sin autorización del Club.

SIMBADA 0 (0) VS. OLD BOYS 0 (1)

Formaciones de los equipos

SIMBADA
Titi (Perdón…era Maseta, y sacó un 10)
Bebe 9
Esteban 10
Nico 7
Ian 9
Pancho 10
Oso 8
Negro 8
Maxi 7
Sock 8
Mariano 7

OLD BOYS
Mati 8 (Reemplazado en el 2do tiempo por Santi, 9)
Santi 8 (este puntaje corresponde a su desempeño en la punta derecha)
Topo 8
Martin 7
Paul 8
Tony 7
Fede 8
Bene 10

PRIMER TIEMPO: No hubo goles
SEGUNDO TIEMPO: No hubo goles
DEFINICION POR PENALES:-Santi (OB) detuvo penal de Negro (S);-Gol de Paul (OB)-Sock (S) estrelló su remate en el palo izquierdo.-Martín (OB) desvió apenas su remate sobre el travesaño-Mariano  (S) la esquinó bien, con violencia, pero se fue desviado

La crónica desapasionada y sin sensacionalismo del partido

SIMBADA CORONO LA TEMPORADA CON UNA GRAN FINAL Por Armando Paredes

Tuvo el marco y el colorido de las grandes finales. Pudo ser para cualquiera. El empate llevó justicia para ambos, pero el partido, por el juego, por las situaciones y por la entrega de todos los jugadores, mereció más goles. O mejor dicho: mereció goles. Pero así es el fútbol.

Los equipos no pudieron resolver en la red el buen juego colectivo que mostraron. La Copa de Plata, más conocida como “la final de los últimos”, se la llevó Old Boys. Uno tenía que ganar y lo hizo por apenas un penal, que como todos sabemos siempre es una lotería. Salud a los ganadores de la Copa!




Maseta fue la gran figura de la cancha. Bajo los tres palos fue imbatible


La gran sorpresa de la mañana fue Maseta. Siempre que le tocó entrar en el arco mostró solidez. Pero hoy fue imbatible. Su levantada ya se venía insinuando en los últimos partidos de Simbada como marcador de punta. Ha logrado un despliegue interesante, un estado físico de gran nivel y una concentración de un gran profesionalismo. Pero bajo los tres palos pudo salir del 6 y pasar al 10 como calificación periodística. Fue la figura indiscutida de la cancha, especialmente por lo que incidió en el resultado. En los penales, solo le convirtieron un tanto.

Sobre la base de esa muralla infranqueable –sí, hablamos de Maseta-, Simbada construyó un gran juego colectivo en el que descollaron Esteban, cada vez más sólido en el fondo (prematuramente lesionado debió salir y el equipo lo sintió) y Pancho, que también fue extremadamente valioso para contener a los veloces y hábiles mediocampistas de Old Boys y al intratable Bene, que fue la estrella de los blancos con sus gambetas electrizantes que tuvieron en vilo a toda la defensa simbadense, aunque ésta respondió con justeza.

A veces, es cierto, los simbadenses cortaron el juego con alguna pierna fuerte -nunca malintencionada- aunque con disimulo y elegancia. Peinan canas y acumularon mañas con estos años.

El partido se jugó en un marco de cordialidad y caballerosidad deportiva. Algunos jugadores de Old Boys protestaron por alguna tendencia de Sock, gran valor incorporado por Maseta, de frenar jugadas con la mano. Pero fueron solo actos reflejos sin intención de sacar ventaja deportiva. Siempre con lealtad.



El Bebe se comió la cancha por la punta izquierda. Sólido y con movilidad

 Los defensores de Simbada fueron impasables. Especialmente, descolló Sock por su inteligente estrategia de ponerse un botín de fútbol y otro de golf. Más allá de que se había confundido en la oscuridad de su cuarto al buscar su calzado por no prender la luz al salir de su casa a escondidas de su mujer, la diferencia de color en los botines fue un galimatías que los delanteros de Old Boys nunca pudieron resolver: no tenían manera de saber si Sock –de gran segundo tiempo porque no jugó el primero- iba a despejar a la tribuna o si iba a pegarle un fierro 9 al hoyo 18. Una avivada digna de replicar en el futuro y que los utileros de Simbada estudian seriamente.


Maxi, pegado a la raya, superó a sus defensores aunque a veces tambaleó


Los circuitos en el mediocampo de Simbada sorprendieron por la fluidez y el buen trato de pelota. Con Pancho como abanderado –otra figura que podría fichar definitivamente para los bordos-, el Oso, Iain y el Negro llevaron peligro al arco defendido por Mati. Ian se perdió un gol al principio del partido tras quedar mano a mano con el arquero blanco y al definir la jugada con tiro algo desviado. El Negro empujó hacia adelante y jugó en pared con el Oso y con Maxi. Todos se cruzaban a gran velocidad y la pelota viajaba más rápido que los hombres (no es muy difícil de lograr en Simbada). Ian mezcló sutilezas –pasando la pelota por un costado y corriendo por el opuesto del defensor- con grandes y habilidosas encaradas que no prosperaron por la buena y experimentada defensa de Old Boys.



Las piernas movedizas de Maxi aportaron dinámica al ataque de Simbada

También Maxi puso la voluntad necesaria para llevar peligro cuando le tocó ingresar por un golpe de Iain en el tobillo. Fabricó una sociedad con Mariano con quien generó unas cuantas paredes –Armando Paredes no es un nombre casual en este partido- que generaron alarma en Old Boys. Hubo buena combinación con el Oso, Nico y el Bebe que se proyectaba sin cesar además de barrer a cuanto delantero se deslizaba por la punta que cubría, con una muy acertada labor.


Reapareció Mariano y fue el eje del ataque durante los minutos que jugó. Toques y paredes llenaron los ojos de fútbol

Mariano no tuvo una tarea descollante. Pero estuvo más suelto y activo que en el anterior partido cuando reapareció luego de 12 meses de suspensión y tras una paralizante fractura de clavícula y de matrimonio. Se movió por todo el frente de ataque, tuvo un duelo titánico con el Topo, y hasta recibió un espléndido pase gol de Iáin sobre el final del partido que, en caso de haber podido dominarla –se le escapó por la punta del pie- la historia del resultado hubiera cambiado. Era un partido de esos en el cual quien hace el primer gol gana .

Simbada tuvo variantes. Sus jugadores se proyectaban por ambos costados y lograban confundir a los oponentes y también a los propios compañeros. Eso ocurrió cuando el Oso salió del mediocampo con pelota dominada y todo parecía indicar que abriría la cancha para Sock que venía por la derecha. Pero sorpresivamente vio el hueco y jugó un gran pase en profundidad para Mariano que reaccionó tarde, convencido de que la habilitación sería lateral y no vertical. No importa. La próxima sale y con un par de prácticas en los entrenamientos esos errores se irán puliendo.


Negro, el gran capitan. Su despliegue por toda la cancha fue fundamental para el equipo

El Negro corrió por toda la cancha. Una vez afuera –y con una bolsa de hielo en el muslo- se hizo el humilde y decía que estaba cansado porque la cancha estaba pesada. Es cierto que el barro desgastó las piernas. Pero el despliegue del capitán de Simbada contagió al resto, hizo jugar al Oso y le dio oxigeno a Nico para que continuara su buen juego, sus trabadas y sus marcas férreas. Y sobre todo el juego verbal (por el cual fue recriminado desde la tribuna por el genial defensor Esteaban).


El Bebe demostró toda su potencia y buen manejo del balón

Simbada fue todo vigor, entusiasmo, vértigo, velocidad. Aunque, es cierto, poca efectividad. Faltó sólo el gol. Quizás, habrá que investigar una denuncia que circuló ayer por el estadio: algún pícaro acortó los arcos.

Old Boys fue el equipo sólido de siempre. Esta vez no tenía reemplazos y en la cancha eran ocho jugadores, justos, sin recambios. El arquero Mati cumplió una excelente tarea tanto bajo los tres palos como cuando fue marcador de punta izquierdo. Santi Raggio estuvo atento a su punta en el primer tiempo, sin dejar resquicios. Su juego no tuvo fisuras. Y menos aún cuando ocupó el arco en el segundo tiempo. Además de salvarlo de la caída en un par de ocasiones, fue clave en la victoria por penales al atajar un disparo bien pateado del Negro.



          

El Topo no sorprendió. Sigue siendo el gran defensor que era en Dynamo Zagreb cuando militaba con los colores rojo y blanco. Un tiempista, que además tuvo a maltraer a los delanteros simbadenses con su quite discreto pero efectivo. Martín sumó su gran experiencia: ahogó los buenos ataques de Ian y se sumó a la ofensiva.

El volante más activo, quizás, fue Paul. Que siempre se asoció con el hábil Bene y generaron las mayores situaciones de gol de Old Boys. Siempre con la asistencia de Tony, un cinco de llegada y con el incansable Fede, que complementó un ataque que otras mañanas fue mortífero para Simbada y que ayer no le encontró la vuelta.

Quedan serias esperanzas para el futuro. El segundo semestre será el tiempo de Simbada. Solo debe ajustar algunas piezas en la delantera, otras en el mediocampo y otras en la defensa, durante este receso.

            La marca férrea de Pancho cortó los circuitos del medio campo de Old Boys

Es probable que Borja vuelva pronto de su lesión. Sin él, Simbada da mucho hándicap a sus contrarios. Con Esteban consolidado en la defensa –y si Pancho puede sumarse otras veces-, posiblemente el jugador de la paciencia oriental pueda soltarse hacia posiciones más ofensivas para darle el salto de calidad a la delantera bordó.

Simbada tiene un gran equipo en formación. Un plantel para soñar. Sueña como nunca en 20 años. Sueña con el regreso de Pepo de sus incursiones por las Islas Griegas, y el de Juampi de esos lugares remotos, desconocidos y misteriosos. Y sobre todo sueña con el día en que Titi –trámite médico mediante- vuelva a vestir el buzo de arquero. Soñar no cuesta nada.

miércoles, 16 de abril de 2014

CAE OTRO GRANDE TRAS LAS DERROTAS INESPERADAS DEL BARSA

 SIMBADA 0 V. OLD BOYS 5 

Los equipos

SIMBADA
Titi 6
Maseta 5,75 (un poco por debajo de su nivel)
Borja 8 (5 por su juego y 3 por venir enfermo)
Bebe 5 (aunque oralmente jugó para 10)
Oso 7
Negro 7 (era un 8 pero su pelotazo al espectador le restó un punto)
Nico 6
Maxi 6
Juampi 6 

OLD BOYS
Mati 8
Santiago 7
Topo 6
Fede 8
Pato 9
Tony 7
Paul 7
Bene 8
Martin 7
Ale 7 

PRIMER TIEMPO
25 minutos gol de Tony (Old Boys); 33 minutos, gol de Fede (Old Boys)

SEGUNDO TIEMPO
Baile de Old Boys. Tres goles más de Old Boys, de autores desconocidos, según las fuentes de ambos equipos. 

SEMANA NEGRA PARA LOS GRANDES: SIMBADA FUE GOLEADO Y SU VESTUARIO ES UN INFIERNO
En la misma semana en que Barcelona cayó contra Granada por la Liga Española y contra Atlético por la Champions League, Simbada sufrió una goleada sin atenuantes; jugó mal y fue superado en todas sus líneas; la derrota y las discusiones en la cancha produjeron un tembladeral en el plantel simbadense
Por Armando Paredes


Se cumplió un viejo apotegma del fútbol. Los goles que no se hacen en el arco contrario, se reciben en el propio. Pero ayer esa máxima se magnificó ya que luego de un comienzo de 7 minutos arrolladores de Simbada, que estrelló dos pelotas en los palos, el equipo bordó recibió una lluvia de 5 (cinco) goles de los jóvenes jugadores de Old Boys que terminaron imponiendo su juego con un baile ante un Simbada confundido y desordenado en todas sus líneas. Además, las fuertes discusiones internas entre el capitán simbadense, Negro, y los dos marcadores de punta, Maseta y Bebe, dejaron un clima tenso en el vestuario sobre el que deberá trabajar el equipo.




El clima tenso del vestuario





La derrota abultada de Simbada completó el círculo de una semana negra para los grandes. El Barsa había sido eliminado de la Champios League contra Atlético de Madrid y fue vencido por el débil Granada por la Liga. Por eso, Simbada ayer fue batido por Old Boys y entonces sus jugadores se fueron con un consuelo, como dijo Juampi al salir de los vestuarios: “Si Messi perdió… nos tenía que pasar”.



 Habrá que esperar otras semanas más propicias. Cuando el resultado estaba puesto, las fuertes recriminaciones cruzadas en el equipo derivaron en un incidente inédito: Pagani tomó en pleno juego la pelota y la despejó violentamente afuera, por la línea del lateral, al grito de “dejensé de joder”, y el balón dio en un espectador que estaba sentado en la tribuna visitante, que trastabillo, cayó de las gradas y debió ser atendido por los médicos de guardia. El Negro pidió disculpas, pero se retiró ofuscado del campo de juego. Había jugado un partido, con el esfuerzo y el despliegue de siempre, aunque sin tanta claridad.

El capitán construyó uno de sus mejores partidos y estuvo cerca de marcar

El mismo capitan de Simbada estrelló una pelota en el palo a poco de comenzar el partido, a los 7 minutos, con un remate de izquierda a derecha. La pelota dio en la parte posterior del madero. Dos minutos antes, Maxi, de buen partido, intentó sacarse de encima la pelota al estar marcado y probó desde 30 metros con un disparo formidable que dio en el travesaño. Fueron las dos circunstancias más claras que tuvo Simbada y que podrían haber cambiado la historia. Se sabe que Simbada es más defendiendo que atacando.

El Oso fue un motorcito que puso y metió, pero sus esfuerzos no se tradujeron en buen funcionamiento.

Esos dos "no-goles" fueron clave. Agrandaron al rival. Old Boys comenzó a pisar fuerte a partir de entonces, con un conmovedor despliegue de su volante carrilero derecho Pato, que corre y pone por toda la cancha. La seguridad en el fondo de Santiago Raggio y de su back central Topo fueron determinantes, al tiempo que sobresalió el marcador de punta izquierdo, Fede, que desequilibró a Simbada con proyecciones constantes: iba y venía. Precisamente por ahí, por el endemoniado Fede, llegó el primer gol de Old Boys.En rigor, la jugada comenzó con Santiago, que fue apurado por Maxi y limpió la pelota para el intratable Fede, que hizo de carrilero por la izquierda y con su gran velocidad pasó a Maseta, algo estático ayer producto quizás de su reciente viaje a Suiza (el futbol suizo no tiene la exigencia del CNSI). Fede pateó un impecable centro que fue conectado por Tony, un centrojas con llegada y gol.

La estantería de Simbada comenzó a desmoronarse.

La estantería de Simbada comenzó a desmoronarse. Además, Simbada padeció de muy poca fortuna. Ocurrió lo que nunca pasa: Borja se equivocó en una salida, un mal pase fue cortado por sus rivales, que hicieron una combinación veloz y dejaron a Fede -otra vez el intratable- solo para el segundo gol, que contó con una buena colaboración del golero Tití, que no estuvo en su habitual nivel. Mas allá del error, Borja merece todos los honores: su actuación no fue de las mejores, pero asistió engripado, en medio de una jornada que despuntó con un insoportable viento frío de más de 30 nudos.

Borja se perdió sobre el final una de las ocasiones más claras: conectó de cabeza un centro, el arquero dio rebote, le quedó franco al zaguero que de volea la mandó por encima del travesaño. 

De allí que su calificación no puede bajar de 8 puntos.La victoria de Old Boys tuvo varios dueños. El centrodelantero Bene fue una de las figuras que tuvo a maltraer a la defensa de Simbada junto con el incansable Pato, Toni y Paul, pilares de la victoria por goleada. Y cuando les tocó entrar, Martín y Ale aportaron lo suyo: experiencia y buen pie.Simbada no tuvo la prestancia de otras mañanas.



Se notó la ausencia de Diego, jugador callado pero con gran presencia en el fondo. Sufre de viejas lesiones de las que se está recuperando. También faltó el peso de Marcelo, que sufre una dolorosa talalgia. Y no pudo asistir Ian, que dio parte de enfermo por la mañana. Mariano volverá recién contra Matacos en el último partido, tras cumplir su injusta suspensión y tras ser dado de alta de su fractura de clavícula. Ayer nuevamente se lo vio corriendo por las canchas auxiliares y miró a los juveniles.

Tití, con su estampa guerrera,  ¿pudo hacer más? 

Tití no estuvo a su propia altura. De cinco goles, se comió dos. Por eso, sólo pudo obtener el 60% del puntaje, un 6. Maseta exhibió su intenso amor propio, pero no siempre su habitual velocidad acompañó al amor. En cambio impartió muchas órdenes que saturaron, entre otros, al Negro: “Corre”, “cerrate”, “volvé”, “bajá”, “subí”.

Maseta en el área: ¿demasiados chocolates? 

El cambio de los Alpes suizos por el Río de la Plata lo afectó y según sus compañeros no estuvo a su nivel, que habitualmente es 6 puntos. Y por eso, este cronista lo califica con un 5,75. Borja regaló una pelota que terminó en el segundo gol. Tal vez fue psicológicamente determinante, pero su voluntad aun estando con unas líneas de fiebre lo eximen de la crítica.



 El Bebe habló más de lo que jugó, aunque siempre voluntarioso se las ingenió para marcar como pudo sobre su punta. El Oso fue un motorcito que puso y metió, pero sus esfuerzos no se tradujeron en buen funcionamiento. El Negro corría y corría, quitó muchas pelotas, acompañado por Nico, de buena actuación, pero no acertaron a conectar bien con el centrodelantero Maxi.

Maxi: un delantero que sigue creciendo

 Juampi cumplió con lo suyo, que es la marca, aunque no se halló en el medio campo con la distribución y el juego asociado. Falto un enganche en Simbada.Con tantas insuficiencias, Old Boys fue más. Simbada fue superado siempre por un rival que exhibió capacidad para ensamblar todas sus líneas, construir un patrón de juego, darle volumen a su ataque y ser letal en el arco de enfrente. ARMANDO PAREDES

lunes, 24 de marzo de 2014

SIMBADA LO TUVO, PERO EBELYN GANO POR CANSANCIO

SIMBADA LO TUVO, PERO EBELYN GANO POR CANSANCIO
EBELYN 2 V. SIMBADA 1

Titi 8
Bebe 7
Borja 8
Diego 7
Maxi 4
Oso 5
Negro 6
Marcelo 5
Nico 6
Juampi 6
Maseta 7 (en Austria, le subimos la nota para que traiga chocolates) 

PRIMER TIEMPO
No hubo goles

SEGUNDO TIEMPO
7 minutos gol de Borja (Simbada)
29 minutos tarjeta azul para Maxi (Simbada)
32 minutos gol de Nico (Simbada, en contra)
37 minutos gol de tiro libre de Ebelyn por distracción de Simbada   

La Crónica
SIMBADA PUDO GANARLO, PERO SE QUEDÓ SIN NADA PORQUE EBELYN INSISTIÓ MAS
Por Armando Paredes

El partido estuvo para cualquiera. Ebelyn y Simbada pelearon cada uno con sus armas en un partido peleado, lleno de fricciones, aunque con lealtad deportiva, enredado. Tuvo con muchas situaciones de gol de ambos lados pero, nobleza obliga, Ebelyn mereció hacer tres goles más que el equipo bordó. La suerte no estuvo de su lado. 
       Nada que discutir en el resultado: ganó el mejor. El que buscó más y el que buscó mejor. Si al partido le cabía un resultado abultado, el ganador debió ser Ebelyn, aunque Simbada estuvo a pocos minutos de llevarse todo. Sufrió en el arco propio dos distracciones, las que pagó caro. Y se quedó sin nada. 
      La inteligencia para plantear el partido y la férrea defensa sirvieron para soñar con un premio que hubiera sido inmerecido para Simbada. Para ello sacó a relucir una carta ganadora: Borja, que otra vez se convirtió en figura. La novedad es que nuestro ninja pacifista abandono la defensa y el DT lo llevó adelante, lo puso de punta. Trascendió de fuentes seguras: la idea fue de Mariano y la aplicó el capitán Negro. Estuvo a punto de darle la victoria a Simbada.

 El capitán, Negro, clave en la distribución de la pelota

       Una pequeña molestia en el tobillo hizo que Borja saliera momentáneamente y su puesto de zaguero fuera ocupado por el eficiente Diego, que se las rebuscó pese a sus lesiones que lo pusieron en duda hasta último momento. ¿Puede ser una variante a futuro? Demostró que sí. Estaba lento, pero cumplió. De todos modos su lentitud siempre es relativa frente a la de viejos miembros del equipo. 

La lesión de Borja lo hizo abandonar unos minutos. Luego volvió de delantero e hizo el gol

     A su regreso a la cancha, el Negro lo mandó a Borja de delantero. Eran los primeros minutos del segundo tiempo. La jugada salió bien: Borja tomó un pase libre sobre la izquierda se sacó a un hombre de encima y definió con maestría por la izquierda del arquero en el mano a mano. Gol de Simbada. 


Borja se la llevó y arranca rumbo al arco. Fue gol de Simbada y 1 a 0

     Era para soñar…Ebelyn había hecho más. Durante todo el tiempo convirtió en figura a Tití –hubo una atajada circense en el primer tiempo- y a los palos del arco simbadense. El público presente quedó admirado al igual que Mariano que miraba el partido mientras entrenaba fuera del campo palpitando su regreso en 30 días. 

Mariano, aprovechó el partido para entrenar. Sueña con el regreso tras su fractura de clavícula

      La treta distractiva fue conversada en el entretiempo entre el Negro, Mariano, Diego y Borja. Había que llevar más peso adelante porque faltaba una manija para el mediocampo, el jugador de buen pie que pueda abrir la defensa contraria. De lo contrario, Simbada era todo ganas, garra, nervios en el fondo y sólo mantenía el cero por Tití y por Borja, pilares ayudados por Bebe y Diego en el fondo. Pero no tenía salida hacia las puntas. 

Diego cumplió bien de zaguero y permitió liberar a Borja al ataque

     En buen romance, se nos quemaba el rancho. Había que sorprender. La defensa de Ebelyn ya había dado ventajas. Y el cambio salió bien. Borja cargó con la responsabilidad de un gol pero todo quedó allí. Ebelyn no titubeó y siguió con su fórmula eficaz. Mucha fuerza, velocidad y buen manejo de sus jugadores, especialmente del Gato que a punto estuvo de ganar el partido cuando estrelló un disparo de 30 metros en el travesaño, bombeada, llovida, mereció ser gol. El mejor disparo del campeonato. 

Titi retiene la pelota. Fue el dueño del balón, hasta que entraron dos al arco

      Como todos los buenos arqueros, Titi tiene reflejos, seguridad, presencia… y mucha suerte. También sabe jugar con los palos, a los que les conversa durante los momentos de inactividad. En el primer tiempo, el arquerazo de Simbada hizo de las suyas. Atajadas memorables, que repitió en el segundo tiempo, aunque de tanto ir el cántaro a la fuete, Ebelyn encontró el empate en una diagonal por la izquierda que se transformó en centro hacia la derecha y Nico, que ya jugaba en el fondo, la metió en su propio arco libre cuando quería despejar. Hay que desdramatizar los goles en contra. La intención era impedir que convirtiera el delantero que venía a sus espaldas. Siempre es mejor hacer uno el gol antes que el contrario. Mala suerte, pero ello hablaba de que Nico siempre estaba para el despeje. Otro de los hombres batalladores de Simbada, que pudo poner en ventaja al equipo antes que Borja: Nico desbordó por la izquierda y cayéndose le pegó con zurda al costado del palo y con férreas marcas.

Los cambios desequilibraron al equipo por momentos. Pero el apoyo femenino inyectó coraje e ímpetu a Simbada

      El mediocampo simbadense esta vez perdió las marcas. Perdió físicamente. Perdió aire. Perdió todo. La pelota llegó demasiado limpia hasta las inmediaciones de Titi. Evelyn abusó del disparo de media distancia y no se animó a llegar tocando, tal vez amilanados por la presencia del joven Diego. Sus pateadores siempre llevaron peligro al arco bien defendido por EL UNO.

El Oso no tuvo su mejor tarde. La foto lo muestra con dificultad para dominar el balón   

   El Oso no estuvo justo para las marcas ni para la descarga, Maxi estuvo más enredado que otras veces, inesperadamente malhumorado, el Negro fue todo vigor, pero poca claridad. El Bebe subió poco por su punta, más ocupado en la marca de los peligrosos evelynianos. No podía con todos. El que intentó más proyección fue Juampi, pero igualmente estuvo impreciso con la pelota y eso afectó a los delanteros: Marcelo en el primer tiempo y Borja en el segundo. 

Marcelo alternó buenas y malas, aquí gana la pelota frente al adversario

    Además de sus marañas, Maxi llevó al extremo su ímpetu y sus ganas. Lo traicionaron los nervios y ante un incidente con un jugador de Ebelyn reaccionó con alta carga de temperamento. Hubo algunos manotazos con el rival, insultos y muestras de falsa hombría que le valieron una tarjeta azul, luego de haber recibido el cartón amarillo. Y dejó a Simbada con siete hombres por cinco minutos. Maxi caminó por la cornisa y pudo haberse quedado fuera del partido con una tarjeta roja. Le perdonaron la vida. 

Maxi pelea con el Gato por la pelota. Un duelo de todo el partido y casi termina en violencia

      Marcelo estuvo muy aislado en el primer tiempo, allá arriba. No le llegaba la pelota. Bajó más en el segundo tiempo, desplegó toda la garra que tiene, pero igualmente no hizo pie en la marca del mediocampo superado por la velocidad de los volantes de los azules que iban y venían. 

Marcelo hizo jueguito en medio de la cancha. Las virtudes no tienen límites en Simbada  

         Borja pudo ser otra vez el salvador de Simbada, pero su soledad en la ofensiva lo obligó a perderse por momentos. De todas maneras creó dos situaciones impecables para cerrar el partido con un dos a cero que a todas luces no era justo por la superioridad de Ebelyn. En una de esas oportunidades, Borja remató de zurda con una volea que fue tapada por el arquero rival. El rebote lo tomó él mismo y con un sombrero por encima del dos ya recuperado la pasó al Negro que la picó y otra vez el portero eveliniano la sacó por encima del travesaño con la punta de los dedos. 














El arquero de Ebelyn evitó el 2 a 0. Era una gran picada de Negro luego de un remate de Borja










     Luego de eso, Simbada llegó poco y tras el empate fortuito de Ebelyn se sucedieron los remates en los palos, atajadas de Titi y salvadas de Diego y Nico con lo último. Nos cascotearon el rancho. En un tiro libre de escaso peligro, Simbada marcó mal y se paró peor: el tiro fue recto en forma de centro pero los defensores de los bordós confundieron a Titi y la pelota ingresó en el arco sin que nadie la tocara. Faltaban pocos minutos para terminar y ya la victoria de Ebelyn era un hecho.

Otra de las tapadas increíbles de Titi, evitó la goleada

       Simbada lo pudo ganar por una viveza de Borja y de sus DTs. Pero el equipo no aguantó y Ebelyn se llevó lo que fue a buscar. Sus goles no surgieron de sus mejores jugadas. Pero fue efectivo y pragmático. Ganó jugando al fútbol y merecidamente. Simbada encontró una variante que deja una alternativa más para el futuro. Y Borja podría hallar nuevas oportunidades para promocionar el Herbalife, el tentempié, los frutos y las proteínas que complementan el tratamiento. ARMANDO PAREDES


Las acrobacias ninjas de Borja también sirvieron para evitar que la pelota saliera del campo

APOSTILLAS

Fuera de control. 

La expulsión transitoria de Maxi, que recibió tarjeta azul, revolucionó el banco de suplentes. Cuando salió el rubio mediocampista luego de un incidente con un jugador de Ebelyn, tuvieron que frenarlo entre cinco jugadores suplentes y varios de los auxiliares técnicos y el cuarto árbitro. Maxi vociferaba frases irreproducibles que terminaban con patadas y puñetazos al pasto, despotricando contra el referí y sus adversarios. Hubo que llamar a cinco lanchas de la Prefectura, dos destructores de la Marina, muchos agentes de la Policía Federal para evitar que Maxi continuara con esa catarata de improperios. Por suerte todo quedó allí y no pasó de un momento caliente. A los cinco minutos el jugador volvió a la cancha, aunque rápidamente fue reemplazado. Luego de su salida vinieron los dos goles de Ebelyn.







OOOO
Huracanes no previstos. 

Por momentos había rachas de viento en la Isla B. Muchos se preguntaban qué pasaba que ante tan soleado día, con el río tan calmo, y los barcos que circulaban a motor por falta de viento. Nadie se explicaba por qué dentro del campo de juego se sentían ventarrones que les hacían volar los cabellos y despeinarse hasta el más pintado. La respuesta llegó rápido cuando todos vieron que Mariano estaba corriendo alrededor del campo de juego para recuperar su forma física y al llegar a las líneas de fondo hacía piques con alma y vida por detrás de los arcos de ambos arqueros. Sin duda, el trabajo que está haciendo el fracturado de la clavícula genera cada vez mayores expectativas. Mientras tanto, este cronista, Armando Paredes, estaba viendo el cotejo y algunas fotos le sacó al velocista.


OOOO
Viajero sin retorno. 

El jugador Maseta continuó con su periplo por Austria y Suiza y no pudo ser de la partida esta vez. Sucedió una desinteligencia porque el directivo de una importante empresa de semillas tenía viajes de negocios que no podía postergar, pero pensó que este fin de semana largo no habría fecha. Razón por la cual no se tomó el avion de regreso. Esa actitud, y esa falta de compromiso con el equipo, le hubiera valido una muy baja calificacion conceptual, muy por debajo del 6 habitual. Pero la verdad es que Paredes le pone 7 para animarlo a que traiga algunos chocolates y alguna austríaca para motivar a Simbada.



OOOO
Ejemplo de caballerosidad deportiva. 

Todos saben la historia del partido entre Simbada y Ebelyn por la trifulca que se generó el 26 de mayo de 2013. Pero ambos equipos dieron vuelta la página como lo que son, dos conjuntos de caballeros. El partido fue limpio. Pero además, luego de terminado, los jugadores de uno y otro equipo se cambiaron juntos en las gradas de la cancha y compartieron sus visiones del partido. Hubo cálidos elogios mutuos y fue reconfortante verlo. Prevalecieorn las felicitaciones al Gato, que fue uno de los abanderados de Ebelyn y todos coincidieron que el gol de la victoria debió ser el que se estrelló en el travesaño con un magnífico disparo de 30 metros. En contrapartida, el Gato agradeció pero dijo que no pudieron llegar tocando y que "solo fueron tiros desde lejos", en una muestra de humildad. Reinaron las bromas y los comentarios amigables. Mariano, uno de los suspendidos del partido pasado (aún le quedan cumplir dos fechas junto a Diego Carman y Alfredo Innaco) saludó a uno por uno de los jugadores de Ebelyn y los felicitó porque "ganaron muy bien". De todo, se aprende.


lunes, 17 de marzo de 2014

SIMBADA, CON TEMPLE Y ORDEN SE LLEVÓ UN TRIUNFAZO

SIMBADA 1 V. VERTIGO 0

Titi 10
Bebe 6
Borja 10
Diego 9
Negro 8
Oso 7
Iain 7
Marcelo 8
Maxi 8
Nico 7
Juampi 7
Maseta 5,9 (estuvo algo ausente, en Suiza)
Pepo 1 (dijo que iba y no fue) 


Lo anticipamos en este Blog: la luz de esperanza se hizo realidad
SIMBADA, CON TEMPLE Y ORDEN SE LLEVÓ UN TRIUNFAZO
Por Armando Paredes


     Todo fue anticipado en este Blog, el lunes pasado. La goleada 6 a 0 frente a Xeneizes podía servir. Y sirvió. A partir de ese pozo, había que salir robustecidos y nada podía ser peor a esa lluvia de goles. Y así fue. 
        Como el Ave Fenix, Simbada resurgió de sus cenizas y le ganó al último Campeón de Clásicos. Esto de resurgir de las cenizas nunca se dijo en el periodismo. Es una frase inventada con originalidad genial por este cronista emocionado. Hasta las lágrimas. 
     Simbada se reinventó a sí mismo. Resignificó su juego. Se redobló en el amor propio y en el coraje. Y a eso le sumó orden, hombría, disciplina, solidaridad, heroísmo y altruismo. Sentido de equipo. Y por qué no ternura y cariño… por la pelota.
        El equipo –apareció el equipo, sí- comenzó con un extraordinario orden. A poco de comenzar el partido los bordó comenzaron a hacer circular la pelota, a jugar con soltura, desenvueltos y con un halo de alegría. Sin presiones. Todo comenzaba a salir bien. Se preparaba una mañana redonda. De aquellas cenizas resurgió el fuego sagrado. Tití estaba más seguro que nunca. Buen augurio. Tal vez por efecto del incentivo de saber que este cronista –además fotógrafo- lo apuntaba con su propia Cannon Reflex, el hombre no dejó pasar una pelota. Voló, se tiró de palo a palo. Sacó a relucir concentración y reflejos. Atajadas para todos los gustos. Su actuación fue de lo mejor de los últimos tiempos. Memorable.


Tití salió a tapar y salvó todos los goles de Vértigo.

        Pero hubo en el equipo una estructura sólida que se fundamentó de abajo para arriba en Borja y en Diego, ambos en la defensa, donde pudieron combinar marca con reciedumbre: pasaba el hombre, pero no la pelota. O viceversa. Nunca ambos.       

-Borja acaba de matar a un rival y reclama al réferi que no lo sancione.

      Diego tuvo cortes del juego que rozaron lo reglamentario, pero demostró que conoce los límites de la dureza. Su aporte fue decisivo. Su eficacia en la marca lo destacó, porque además fue una salida clara para un equipo que muchas veces no tuvo otra salida que la lancha o el catamarán. 


-Diego, además de quitar, jugó. Y cómo!

       Borja le agregó a eso picardía. Su juego aéreo y el terrestre (o terrenal porque es muy devoto de lo celestial) no tuvieron fisuras. Borja era la última parada de todos los delanteros de Vértigo, que fueron entrando en la maraña de los nervios. No podían entrarle al área de Simbada. Una muralla inexpugnable. 


-Borja rechaza fuerte

      Bebe complementaba con su eficacia, subiendo y bajando. Fue importante porque siempre fue el auxilio necesario de los volantes. Su voz de mando, sin embargo, se transformó en airadas recriminaciones a los contrarios, que suciamente lo provocaron, y entró fácilmente en el roce, la pelea verbal y pudo dejar a Simbada con siete hombres. Sólo recibió una tarjeta amarilla.


-El Bebe fue coraje y tesón. Corrió hasta el final. Y también habló

La circulación de la pelota quedó garantizada por la buena tarea de Oso, Negro y Iain. Simbada no tiene un conductor claro, de galera y bastón. Sigue faltando Oreja, que migró a otros horizontes. Pero el Oso hizo valer su trabajo silencioso y lleno de despliegue por el andarivel izquierdo, por donde asistió a Marcelo y a Maxi, cada uno a su turno. 


-Oso metió muchas pelotas de peligro. Fue muy interceptado por Vértigo

El Negro corrió por toda la cancha y seguía corriendo en el catamarán de regreso. El hombre parece que entrena los jueves. Iain también hizo correr la pelota, le dio velocidad y por sobre todo aportó mucho orden. Todos, sin excepción, dieron todo. Y un poco más. 


-Negro también fue salida y aportó su estampa de crack

       Arriba, Marcelo recibió libre y pudo definir en un par de ocasiones en las que faltó suerte. Pero el corpulento delantero está acercándose a su mejor nivel. Solo le falta adelgazar 10 kilos, objetivo que con un último empujón de Herbalife, promocionado por Borja, con proteínas, tentempiés, y algún chegusán de refuerzo detrás de la puerta del baño, está por cumplirse a la vuelta de la esquina. 


-Juampi se apoyó en Diego para salir jugando. Una salida segura

La picardía de Borja apareció en su plenitud no sólo por venderle hasta al referí el producto “a base de hierbas y minerales” -llamar al 153.384.5555 y preguntar por Borja, no lo olviden- , sino por encontrar de las situaciones comunes la oportunidad del gol. Esto llegó apenas comenzado el segundo tiempo: en un tiro libre pidió que sus delanteros molestaran disimuladamente al arquero y le taparan la visual o le hablaran de política. El que mejor lo hizo fue Iain, que se movió con inteligencia y apenas rozó con un cabello la pelota llovida tras el violento disparo del distribuidor de Herbalife y que ingresó en la red sin remedio. ¡Gol de Simbada! Era el 1 a 0. Sería definitivo. 


-Borja se apresta a patear el tiro libre que terminará en la red. Lo mejor del equipo.


-Iain ya molestó al aquero y la pelota ingresó en el arco rival.

        Algunos recordaron que esa misma jugada preparada, idéntica –practicada todas las semanas- alumbró el primer gol del recordado partido contra Evelyn, tristemente célebre por el final tumultuoso y violento en mayo de 2013. En aquella oportunidad, el distractor fue Mariano, hoy lesionado con fractura de clavícula –dicen que podrá regresar para el partido contra Arsénico en la última fecha. Atenti: la próxima fecha será Evelyn el rival. Además del apto médico, los jugadores deberán llevar Rosario, estampitas de San Expedito, y agua bendita para exorcizar los demonios de la violencia y la sinrazón. Se espera que el papa Francisco mande una bendición para todos los jugadores y no se descarta que en el almuerzo de hoy lunes 17 de marzo con Cristina le pida que lleven un mensaje de paz y de diálogo fecundo entre los adversarios. 


-Mariano sacando a relucir su clavícula reformada


        A partir del gol compartido por Borja y Iain, Simbada comenzó a jugar con los nervios del rival. Mantuvo el orden y el progreso. Los de Vértigo fueron eso mismo: puro vértigo. Se lanzaron al ataque sin ideas ni orden, a la carga Barracas. En contraposición, el equipo bordó sabía a lo que jugaba. El corazón fue más que las piernas. La fuerza salió de donde no había. Porque Nico, que ya había entrado, ponía la pelota contra el piso. Su juego es todo prolijidad. También su despliegue generó el contagio de sus compañeros. 


-El partido fue pura lucha. El Negro (semitapado) salió jugando

Porque Juampi se asociaba con Negro, Oso y todos los volantes para ayudar en el medio. Por momentos hubo toque de Simbada. Toque, toque y toque…

Un capítulo aparte mereció Maxi. Su crecimiento reciente fue comentario de todas las tribunas y de todo el público presente. Solo faltó el gol. Pero hizo todo. Quizás se apuró en las definiciones, pero siempre estuvo. Además ayudó en la marca, molestó, presionó y si Vertigo se diluía desde el fondo, sin salida cómoda, en parte se debió a que el rubio delantero hiciera de las suyas.


-Maxi se apuró en la definición, pero su despliegue fue más que satisfactorio. Excelente  

    El nerviosismo fue metiendo al partido en zona caliente. Los de Vértigo se descontrolaron y, sin argumentos ni herramientas valederas, comenzaron a jugar con el límite, con la pierna fuerte, los manotazos. En esa trampa cayó Bebe, que al mismo tiempo puso en evidencia el descaro de algunos contrarios. Le salió bien, porque terminó expulsado Sanmartino, de Vértigo, pero su inclinación al exceso verbal casi lo deja también a él afuera del partido. Si no lo sacaba el capitán, Negro, que hizo un cambio a tiempo (gran acierto), el Bebe podía irse a las duchas antes de tiempo.


-Borja una salida clara, con juego fuerte por arriba y abajo. El 5 pateó y Tití salvó

          Los de Vértigo no sintieron tanto el hombre de menos. Pero la desesperación llevó a sus jugadores a desordenarse con mucha frecuencia. Así y todo, el 10 de Vertigo, calvo (no de apellido sino de pelado) llevó a los vertiguenses a posiciones de gol, con remates y cabezazos que fueron heroicamente contenidos por el gran Tití.  


-Los puños de Titi fueron siempre una pesadilla para la cabeza del 10 de ellos.

           Los fallos del árbitro enardecieron a los de Vértigo, que cayeron una y otra vez en la protesta. También el 10 estuvo a punto de abandonar el campo con una tarjeta roja. Pero Simbada buscó no caer en esa tensión verbal. Así llegó el pitazo final. Simbada trabajó un triunfazo contra el último Campeón y se llevó lo que fue a buscar: una inyección de ánimo. Apareció el fútbol. La luz de esperanza se encendió. Ahora ilumina el futuro. Hacia allá vamos. ¿Por qué no soñar?


APOSTILLAS

Ausencias con y sin aviso. 

El capitán Negro comentaba por las tribunas que Pepo había confirmado su presencia pero a último momento se supo que no estaría en la cancha por un problema gastrointestinal: se cagó en Simbada. Es por ello que este cronista fue muy duro con la calificación numérica. En cambio Maseta avisó que viajaría a Suiza. Algunos dicen que lo hizo para enfriar su disputa verbal con Armando Paredes, el cronista de este Blog, porque éste no se deja presionar para subirle las calificaciones por encima de 6 puntos. De todos modos, al ausentarse del país, Maseta mereció una calificación más baja, aunque en este caso se contempla el aviso previo porque Suiza es una plaza interesante y más si se le puede encargar al señor de Syngenta que abra una cuenta en banco helvético.


OOOO

Se prepara para volver. 


Mariano Obarrio es reclamado por la tribuna. Pero tiene para 40 días más sin fútbol. De todas maneras, ayer despues del partido se lo vió en el gimnasio de la isla principal del Nautico haciendo fortalecimiento de piernas y desde hace diez días está retomando el ritmo aeróbico con salidas a correr por Palermo. La semana próxima retomaría la natación para fortalecer el hombro luego de la fractura de clavícula que sufrió el 29 de enero y lleva 48 días de recuperación. "Venía con una pretemporada muy buena, había convertido goles en Miramar, jugué cinco partidos y la lesión me obligó a parar. Pero estoy con muchas ganas, y quizás llegue al ultimo partido del campeonato", declaró al salir del partido. "Estoy contento con los muchachos, hoy pusieron todo y será difícil volver a ganarme el puesto. Pero los triunfos son importantes. Trabajo para eso y lo más importante es venir a estar con todos y alentar al equipo. Me siento orgulloso de poder estar los domingos por la mañana con este increíble grupo de amigos", dijo Mariano.