domingo, 24 de junio de 2012

SIMBADA TERMINÓ EL TORNEO CON UNA HAZAÑA QUE INVITA A SOÑAR


Iba perdiendo 1-3, pero se recuperó con sacrificio, orden y potencia ofensiva

SHALKE (04) 3 V. SIMBADA 4

Titi 7
Bebe 7
Borja 9
Rorro 8
Nacho 8
Horacio 8
Oso 7
Mariano 6
Tanque 9 (Figura)
Beto 7
Pepo 7

Simbada. Arriba Titi, Nacho, Pepo, Tanque, Beto, Mariano, Borja. 

Abajo Bebe, Oso, Negro, Rorro y Horacio

Goles:

Primer tiempo:
11, 17 y 35 minutos, goles de Shalke; 28 minutos, Nacho (Simbada).
Segundo tiempo:
8 minutos, gol en contra de Shalke (en favor de Simbada); 16 minutos, Tanque (Simbada), 27 minutos, Borja (Simbada)

Cambios:

Primer tiempo:
20 minutos, Pepo por Mariano.
Segundo tiempo:
Pepo por Bebe y Tanque por Oso; 18 Bebe por Rorro, 30 Mariano por Tanque y 35 Rorro por Beto

Por Armando Paredes
Simbada pasó de la mística a la épica. “Epica” fue la palabra que flotaba en el vestuario del equipo ganador que consumó la hazaña: una apoteótica victoria por 4 a 3 frente al último equipo campeón Clásicos del CNSI: Shalke 04. Y no es poca cosa, si se toma en cuenta que debió revertir un 1-3 a fuerza de sacrificio, orden, y potencia ofensiva.
En la inmensidad del campo, sobresalió la figura de Titi, el Uno

¿Que los naranjas están diezmados? ¿Que perdieron tres figuras que ayer dieron la vuelta olímpica con la camiseta taládrense de Los Xeneizes? Todo eso es cierto, pero no le restó ni una pizca de mérito a la victoria trabajada y largamente merecida de este equipo bordó en franco crecimiento.
Horacio, conducción

Simbada puede dar para más. Eso lo saben sus jugadores, su capitán, Negro, y cada unos de los plateístas de ayer: también crecieron en número: había tres. El team que otra vez fue conducido desde el medio campo por Horacio –desde su exquisitez técnica y su capacidad para ordenar a cada compañero- comenzó a mostrar los dientes desde el comienzo del juego, cuando luego de un rebote del inicialmente inseguro arquero shalkense, Mariano cedió hacia atrás a Nacho, cuyo disparo defectuoso habilitó a Oso, que debajo de los tres caños se enredó con la pelota y no la pudo empujar.
Horacio probó con un remate que fue contenido por el arquero de Shalke

Pocos minutos después, el mismo Horacio –no liga para el gol- cabeceó hacia atrás un centro, que tras superar al golero dio en el travesaño de Shalke. Hasta entonces, Simbada hacía pie cómodo en el campo. Se paró como es habitual: con una fuerte presión de Mariano, Nacho, Oso y Horacio. El Oreja quitó y supo arrancar con su envidiable gambeta los ataques más punzantes de Simbada. El medio simbadense funcionaba bien –aceptablemente, digamos- en los primeros diez minutos hasta que la dureza y los toques rápidos de los volantes naranjas, en especial el 11 y el 5, neutralizaron esa transitoria superioridad.
El Oso, controlando desde su posición. A su izquierda Nacho y a su derecha Mariano

Sólo entonces, los volantes bordo perdieron algunas marcas y se generaron espacios para los peligrosos carrileros de Shalke. Ello se sumó a los primeros desacoples en la defensa bordó, algunas confusiones y salidas a destiempo de Borja, que tuvo sólo unos minutos de distracciones. Shalke no perdona. Y tras una maniobra excelente del pelado número 9, se puso en ventaja. Titi pareció sorprendido y a contrapierna en el disparo del calvo delantero, que se desmarcó y ejecutó un derechazo violento, desde afuera del área, que se coló a media altura al palo izquierdo del Uno. Shalke no había hecho más que Simbada.

Borja, abriendo camino y empujando hacia adelante


Sin embargo, la confusión se apoderó de los bordós y de un corner, cedido por la defensa que no hacía pie, nació el segundo tanto. Simbada no se despesperó e hizo correr la pelota y puso en escena el buen pie de sus volantes más creativos. Tocado por su amor propio, Borja comenzó a mandarse al ataque y a empujar a sus mediocampistas . Oso intentaba por la izquierda, Horacio insistía en sociedad con Nacho, que olvidó sus botines pero no sus mañas. De un rebote que pescó fuera del área, Nacho pegó un zapatillazo inatajable con el cual Simbada descontó y comenzó a pensar en el empate.
Nacho ya calzado con las nunca bien ponderadas Topper

Un párrafo aparte merece el Rorro. Su constante despliegue en la punta izquierda comenzó a hacer crecer al bordó en su ataque. Anticipación, quite, constante molestia al 9 contrario. Incluso, Rorro se tuvo fe y avanzó con la pelota, abriendo un carril entre sus marcadores. Probó media docena de veces al arco desde media distancia: un par fueron atajadas por el arquero; las demás pelotas fueron encontradas por la noche nautiquera en las canchas de tenis, pero de la Isla A. Pero no dejó de intentar nunca.
Rorro, anticipación, quite y constante molestia... al 9 contrario!

Borja comenzó a crecer y a afirmarse, atropellaba literalmente al rival. Al punto que un defensor, que fue embestido por su impetuosa subida, lo insultó desde el suelo con el improperio de “¡Hijo de puta!”, a lo cual el Terminator-Kung Fu de Simbada le respondió con firmeza, pero revelando su hombría de bien y su filosofía oriental: “¿Qué te pasa forro? ¿Te crees que lo hago a propósito?”. Esa implícita disculpa disuadió al árbitro, de buena tarea, de echar a ambos y Borja terminó pidiendo disculpas a su atribulado rival.
Borja atropellaba literalmente al rival... y terminó pidiendo disculpas

Con una actuación pareja, Bebe anticipó bien a sus veloces rivales por la punta derecha y descargaba en Horacio o en Nacho, pero siempre con gran dinamismo y buen criterio de juego. Su velocidad para perseguir a los contrarios –que cuando se le escapan lo ponen de malhumor y fastidioso- lo hace imprescindible en Simbada. La pérdida de las marcas de sus volantes lo puso al borde de un ataque de nervios cuando exclamó “¡No tenemos mediocampo!”.
Bebe, actuación pareja: dinamismo y buen criterio.

Tras el descuento de Nacho, Simbada emparejó las cosas. Las piernas en los jugadores de Shalke –que no tenían recambio- comenzaban a fatigarse y los bordos encontraban más espacios. Sin embargo, vendría otra dificultad: en una jugada desgraciada, fuera de contexto, Shalke se puso 3 a 1 con un tiro cruzado que Tití no pudo contener. Sin embargo, el Uno fue clave para que la caída no fuera completa: algunos revolcones, incluso voladas de palo a palo, evitaron más caídas del arco simbadense. No hubiera sido justo.
Titi fue importante para mantener el arco en tres goles. Clave en la victoria simbadense

Sobretodo porque Simbada también llevó peligro al arco contrario. El primer tiempo terminó 3 a 1 para Shalke. Pero no era el Shalke de siempre, entero. “Vamos a divertirnos”, dijo Horacio en el intervalo. “Muchachos, no está perdido, ellos están cansados y habrá espacios”, alentó Mariano. Premonitorio. Así ocurrió.
“Vamos a divertirnos”, dijo Horacio en el intervalo

“Muchachos, no está perdido, ellos están cansados y habrá espacios”, alentó Mariano

En el segundo tiempo, ingresó al campo un inspiradísimo Tanque, acompañado por un más que lúcido Beto. Fueron las cartas decisivas para potenciar el buen juego de Nacho y Horacio. Era demasiado para el desarticulado y a esa altura exhausto equipo de Shalke, que sin recambios en el banco perdía ahora las marcas. Y la dinámica de Rorro, la gambeta de Horacio, los pelotazos precisos de Pepo, los avances y entregas exactas de Beto, la verticalidad de Nacho y la potencia de Tanque eran una amenaza constante para los anaranjados.
El arranque del Tanque fue un arma letal de Simbada, que terminó de demoler al buen equipo de Shalke

El segundo gol de descuento de Simbada vino a través de un corner muy bien ejecutado de Pepo que los defensores shalkeanos convirtieron en gol en su afán por despejarla. Gol en contra, ayudado por la molestia de Beto que apremiaba y hostigaba. El 2-3 fue decisivo e inyectó una cuota de impulso anímico.
Gol de descuento. Corner bien ejecutado por Pepo, 
Beto molesta y la defensa de Shalke lo metió en contra

El ganador parecía el perdedor en la cancha. Simbada avanzaba con conmovedora fe vencedora. Tanque creció, se asoció con Horacio y Nacho y tuvo muchas chances conjuradas por el arquero. Descolló por su manejo con la pelota al pie en tres cuartos de cancha, entrando con peligro en el área rival. Una habilitación perfecta de Beto, de derecha a izquierda, encontró al robusto delantero –con 10 kilos menos sería imparable- bien parado, solo; y con un fuerte derechazo al palo derecho convirtió el empate en 3: golazo. 

Partió el derechazo del Tanque, que se coló junto al palo derecho. Golazo y empate 3 a 3


Desde allí justificó la elección como figura de la cancha. Metió, marcó, gambeteó, cabeceó y tuvo chances para su segundo tanto. Hubiera sido justo.
Tanta fe se tenía el felizmente regresado Tanque que su excelente gol había sido anticipado ayer por él mismo, en su cuenta personal de Twitter. Ver aparte. Ese optimismo se tradujo en actitud en cancha: la pedía, ordenaba y lo más importante: no reaccionó ante los fallos del juez…
Titi, siempre atento, estuvo seguro en los centros llovidos
Pepo y Horacio aportaron mucho también en defensa


El 3-3 era justicia. Pero no era todo. Simbada siguió presionando: sus delanteros y volantes, muy dinámicos, y cada vez mejor entrenados físicamente, introdujeron en un verdadero tembladeral a la defensa shalkense, que quedó atrapado en malas entregas y que no pudo armar su juego desde la habitual salida prolija del último campeón. 
Borja intentó de cabeza, pero esta vez el gol vino con un rotundo derechazo tras una guapeada 

Y Borja, ahora recuperado en la defensa, y en la mejor versión de su estampa de gladiador como defensor, comenzaba a pasar al ataque: en una apilada que abrió un surco en la franja media y volcándose en diagonal hacia la derecha, sacó un derechazo perfecto que ingresó en el ángulo izquierdo del confundido arquero naranja. Era la hazaña: 4 a 3.
Borja, en una de sus subidas, marcó el cuarto gol, el del triunfo y la hazaña

El ánimo de los naranjas se desmoronó. Era un equipo largo, disperso, desarticulado, impotente y abrumado. Además, las marcas ahora eran de Simbada. Desde sus delanteros hasta sus defensores recuperaron la pelota.
Rorro probó todo el partido de media distancia. Esta fue contenida por el arquero. 
Otras fueron a las canchas de tenis de la Isla A

Había tiempo para más. Los últimos diez minutos pudieron generar un quinto gol para Simbada. Una habilitación de Rorro para Mariano –que sintió tal vez su reciente viaje a México, ajetreado sin lugar a dudas-, que fue tapado por el arquero. 
El remate de Beto fue salvado por el buen arquero de Shalke ante la vista de Horacio

Un avance de Horacio, que en el último toque bien buscado para Mariano se quedó corto. Un dato positivo de Mariano: siempre está bien ubicado (especialmente en México), cada vez está mejor físicamente (la sunga no miente), pero le falta confianza y fútbol con la pelota al pie (sin duda la encontrará). 
Tanque dejó atrás a uno de sus rivales, con un manejo de pelota brillante. 
Fue la figura del partido

 En otro avance de Pepo, también se pudo ampliar la ventaja. Simbada se floreó y selló un triunfazo con sabor a epopeya.
Beto remató bien, pero el gol fue evitado por el arquero shalkeño

De los últimos cuatro partidos del torneo Clásicos, el ascendente bordó ganó 3 y empató uno. Cosechó 10 puntos sobre 12 posibles. Terminó el torneo con 11 puntos luego de un flojo comienzo, en el cual le faltó suerte. Hizo más goles en el campeonato (20) que los que recibió (19). Pero lo más importante: encontró un rumbo, una táctica de juego y todos sus jugadores conocen y respetan su libreto, en cualquier cancha y sea quien sea su adversario. Despliegue y presión cuando no tiene la pelota; orden en la defensa, conducción cuando se recupera la pelota y optimismo y fe para buscar el gol.
Está apareciendo el equipo. La mejor noticia es que todavía no encontró su techo. Hay muchos datos para el optimismo: el creciente presentismo de sus jugadores revela el compromiso sin fisuras; el buen clima del grupo afianza el objetivo claro de divertirse y pasar un momento entre muy buenos amigos, en el mejor club, de revivir el partido con la crónica en el blog de Borja y de comentar durante toda la semana los pormenores de esa cobertura en las cadenas de mails. La mística dio paso a la épica y Simbada redondeó la hazaña. Tras un mes de receso, se vendrá el Clásicos – Apertura. Hay con qué soñar.


APOSTILLAS

El Tanque avisó

Tanque avisó ayer, sábado, de su potencia goleadora para hoy. Durante la emisión del programa Unas Cuantas Verdades, que conduce Mariano por Radio El Mundo, llegó un twitter de su cuenta personal, en el que anticipó que iba a hacer un gol y hizo piropeadoras referencias a la locutora Abigail Lasalle, que en un punto son a todas luces incriminatorias. “@marianoobarrio pasame el twitter de Abigail! Además de inteligente es Moooy mona! Aguante Simbada mañana! Voy a hacer un gol. Será Justicia. Y el Tanque cumplió. ¿Lo premiará Mariano con el correo elecrónico de la soltera locutora?
@marianoobarrio pasame el twitter de Abigail! Ademas de inteligente es MOOOY mona! Aguante Simbada mañana! Voy a hacer un gol. Será Justicia
Tanque se animó a la gambeta y a ciertos lujos, se asoció con Nacho y Horacio
Tanque avisó por Twitter, Borja comentó en la lancha 
que quería marcar un gol que no fuera de cabeza: los hermanos cumplieron.

Picada al vacío

Los cuarentones jugadores de Simbada ya no tienen resto para el pique en el final del partido. Pero sí para una reparadora picada. Hubo de todo, y también festejos, en la tenida después del partido en la cual abundaron la cerveza, las gaseosas, y las berenjenas en escabeche. 



Ricos quesos y sabrosos pates de ciervo y de cordero se dejaron comer. El problema fue cuando Mariano avisó que se había olvidado el abrelatas y que no se podría hacer uso de los pates. El Tanque, que ayer estaba intratable, se las ingenió para dar con el contenido de esas latas y utilizó un saca corcho para romper las latas. Nunca iba a quedar sin degustar esos pates. Hizo escuela, porque Mariano lo copió un rato después. Las tostadas y las galletas de agua completaron el ágape organizado por el capitán, Negro, todo un incentivador de sus jugadores.

Presentismo y ausentismo

Fue muy elogiada la presencia de Juampi, que al igual que Negro, asistió al partido sin poder jugar. En su caso por una lesión que se produjo hace dos semanas. Juampi alentó desde el costado del campo y no veía la hora de meterse a jugar, al punto que provocó a los jugadores contrarios desde la línea de cal y casi es expulsado por el árbitro, que no tenía tarjetas para expulsar a jugadores que no jugaban. Un vacío legal, digamos. La presencia de Juanpi fue completada por casi todo el plantel de Simbada, que tuvo asistencia casi perfecta. Solo fue criticada la ausencia de Maseta que no quiso asistir por su lesión en el último partido contra Dínamo. Maseta no entendió la mística: había que estar o estar, con o sin jugar. Y de última comer unos patecitos al final del encuentro. ¡Maseeeeeta!

Puesta a punto

Mariano se internará en el kinesiólogo el martes para terminar de curar un desgarro que le molesta en el isquiotibial derecho, pese a que hace caso omiso de esa vieja lesión. Según Diego Ovejero, osteópata del equipo, está cicatrizado, pero debe ser recuperado con masajes recto-inguinales. Mmmmmm. “Yo haré todo lo que sea necesario para estar diez puntos para el próximo campeonato, que comienza dentro de un mes y medio”, dijo Mariano, entusiasmado con el tratamiento poco después de mostrar su sunga, con la cual contiene la zona de la lesión y va a las playas de México. Este miércoles viajará a Mendoza porque tiene que seguir a Cristina en la cumbre del Mercosur. Pero allí no hay playas…
Mariano Obarrio recibe cargadas televisivas y radiales... envidias por pertenecer a Simbada!

Criticas y autocriticas

“Estuvimos desordenados en el medio campo en el principio, pero luego nos ordenamos y pudimos revertir el partido”, dijo Bebe al abandonar la cancha previo a la picada y a ir a ver por TV el partido de San Lorenzo. “Creo que perdieron las marcas los muchachos”, agregó. De los volantes le contestó Horacio: “Bebe descargaba mal, corría demás con la pelota cuando tenía que jugarla a los costados. Lo hablé con él en el entretiempo y no hubo problemas”, señaló el rubio y habilidoso mediocampista simbadense. El vestuario soluciona todas las controversias. Quien estaba arrepentido por algunos errores iniciales era Borja, que señaló que “me dormí en el primer gol de ellos, sabía que tenía que salirle y Shalke no perdona, por suerte pudimos revertir el resultado y pude convertir el gol de la victoria”. A pura autocrítica, Borja se retiró de la cancha, hacia la picada, con su camiseta de River Plate. Con el ascenso gallina, la alegría del simbadense fue completa.

viernes, 22 de junio de 2012

EMPATE CON SABOR A TRIUNFO, FRENTE A UN RIVAL COMPLICADO


SIMBADA 1 V. DYNAMO ZAGREB 1


Titi 8
Roro 7
Borja 9
Maseta 7
Oreja 7
Nacho 8
Oso 8
Pepo 9
Beto 9
Tanque 7 (pocos minutos)

Por Armando Paredes

Por los papeles previos del rival, resultó toda una hazaña. El empate le cuadró justo a un partido peleado, que tuvo momentos para Simbada y pasajes para Dynamo. Pudo ganar cualquiera de los dos. Pero los méritos en el comienzo fueron del equipo bordó, que dominó el juego, prevaleció en el medio campo y desplegó, como siempre, el buen juego y la circulación de pelota. Con el correr de los partidos, la dinámica asociativa de Nacho, Oreja y Oso se va consolidando y Dynamo lo sufrió en los primeros 25 minutos.
Rorro, Horacio y Nacho, despliegue y sacrificio

La firmeza de la defensa complementaba el buen juego de todos los volantes, que en palabras de Pepo “se comieron la cancha”. Maseta contuvo bien el lateral derecho aunque se le criticó cierta mezquindad para las entregas, transportó más la pelota de lo que hubiera sido conveniente.

Como siempre, Borja cumplió su parte. Anticipó el juego contrario, por bajo y en el juego alto. Y empujó a los volantes hacia el ataque. El Rorro, todo despliegue, alma y corazón, persiguió a los difíciles delanteros contrarios.
Empuje y Oportunismo, claves del gol de Pepo

Fue en ese momento cuando ayudado por el empuje simbadense el oportunismo de Pepo marcó la diferencia inicial, con tiro potente cerca del área puso el primer grito de Simbada, que podía soñar con otro triunfo.

Hasta ese momento, Tití estuvo muy sólido, en todas las pelotas. Pero cuando Dynamo comenzó a presionar, el arquero sufrió el único error del partido: según dijo luego el capitán Negro “se comió un disparo de afuera del área, recto al palo del arquero y no lo atajó”. Armando Paredes no pudo apreciar bien la jugada desde México, por cuanto la televisación no era buena.

Titi, "el Uno", muy sólido en todas las pelotas.


Luego del partido, el golero simbadense se excusó y señaló que no pudo ver la pelota porque estaba tapado. Tapado estaba, sin dudas. En las fotos se lo ve tapado con gorro, osito y buzos varios.


En la foto del equipo, previa al partido, se siente el frío. La banda de los gorras:
Nacho Saubidet, Juan Maseta Mascías, Pedro Pepo Breuer, Gastón Negro Pagani, Beto Chapur, y Javier Tanque Mesones. Abajo: Horacio Oreja Resano, Marcelo Oso Kern, Rorro Fernández Alonso, Guillermo Titi el Uno Bayá y Borja Mesones.

El frío de la mañana, luego, se fue apoderando del devenir del partido. Pepo sobresalió por su constante amenaza al arco contrario. Beto también impuso su juego y hasta Tanque demostró que cuando está, es capaz de entregar mucho al equipo pese a su falta de fútbol en las últimas semanas.

Luego de la última mitad del primer tiempo, el medio campo fue dominado por el equipo a cuadros blancos y rojos, dominado por el alto delantero rubio que juega con la camiseta numero 5. Gracias a su presión, Simbada comenzó a flaquear en los circuitos de generación de juego: ya Nacho, Oso y Horacio no pudieron ensamblar ese juego progresivo que hiere y mata. Los delanteros rápidos del equipo rival le aportaron “dinamismo” al Dynamo. Pero siempre Borja, Maseta, Rorro y las bajadas de Horacio, junto con la recuperación de Titi, conjuraron el peligro. El primer tiempo cerró uno a uno y los últimos minutos fueron un trámite burocrático, sin mucho peligro para ambos arcos.
Horacio, con sus bajadas, ayudó a conjurar el peligro dynamitero

En el segundo tiempo se hizo un partido de ida y vuelta, no apto para cardíacos, pese a que el Negro lo seguía de afuera, cámara de fotos en mano. Dynamo pudo aprovechar muchas jugadas que pudieron desequilibrar el resultado. Pero esta vez la suerte estuvo del lado de Simbada.

“Infartante; ellos tuvieron las oportunidades más claras”, dijo luego el Pepo, aliviado por el empate. Titi se lució en un par de jugadas de gol mano a mano, en las que los delanteros fallaron la puntería asediados por las buenas salidas del golero bordó, que impuso respeto y temor, y a todas luces ganó volumen por su cantidad de ropa acumulada sobre sí mismo, debido al frío.
Beto busca de arriba en el área zagrebita

De todos modos, aun con la superioridad del Dynamo, Simbada aguantó a pie firme y siguió batallando con amor propio y garra. Y hasta pudo ganar el partido si el remate del Beto no hubiera dado en el travesaño. No fue la única. Simbada tuvo algunas otras oportunidades que pasaron cerca.
Borja tapando huecos

Como siempre, otra vez, Borja sobresalió en la defensa tapando todos los huecos y ganando en los cruces. Luego del partido, algunos le recriminaron a Maseta, que tuvo un buen desempeño, haber transportado la pelota sin pasarla cuando debió hacerlo. Pero esas rencillas quedaron en los vestuarios. Simbada podrá terminar la temporada con la frente bien alta y con razonable acumulación de puntos. Por ahora van 8 puntos. Pero tendrá la posibilidad de sumar 11 si hace las cosas bien el próximo domingo frente a Shalke 04, un rival difícil pero accesible. Será el último partido del torneo, pero servirá de preparación para la segunda mitad del año.

Sobra la fé, el ánimo está intacto, los circuitos de generación de fútbol mejoran domingo a domingo, sus delanteros están derechos, y lo más importante: podrá contar con el regresado Mariano, proveniente de una misión especial de México. El domingo quedó demostrado que su presencia es importante, sobre todo por lo que hace… sin la pelota. Pero este domingo prefirió las playas de San José de Los Cabos a las costas del Río Luján. Una falta de compromiso que a estas alturas, en estas instancias definitorias, no se puede perdonar fácilmente. Sus excusas no son valederas: debía seguir a una tal Cristina. ¿Será su nuevo amor?
La foto demuestra que el afamado cronista Armando Paredes estaba, efectivamente, con la presidente en México.

Apostillas

Recién bajado de las escalerillas del avión, Armando Paredes se enteró de que Maseta dijo en los vestuarios del Náutico algunos improperios en contra del cronista de lujo de Simbada: “Armando Paredes lo vamos a echar...no mando nada de la crónica aun, quien carajo se cree es, que se va a Mexico y no manda la nota...”. La sangre no llegará al río. Seguramente se quedará en el muelle de la lancha porque Armando prometió mantener una charla con Maseta en la intimidad del plantel. “Estos problemas de vestuario se arreglan hablando de frente y con la verdad”, dijo Paredes en un alto de su crónica.



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Maseta estaba aliviado con el resultado del encuentro. “Que partido chivo ayer...lo podríamos haber ganado como perdido”, dijo luego al ser entrevistado por la televisión local. “El 5 de ellos, muy bueno y el medio campo nuestro se corrió todo”, agregó Maseta, contento por el punto obtenido. Luego se la agarró con Boja. El siempre conflictivo Maseta le dijo airadamente en tono recriminatorio: “Por ahora tenés 1 de puntaje, pues aun no mandaste la crónica, pese a que fuiste designado por AP (Armando Paredes) para ello y no hiciste nada aun”. Pero el alto marcador de punta se comprometió, de todos modos, a hacer el asado del domingo para festejar el final del torneo, sin caídos en cancha.
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Uno que reclamó su parte fue Negro, que puso el grito en el cielo por haber tomado frío afuera y no haber recibido puntaje por Maseta, cronista calificador suplente por ausencia de Paredes. “¿Che y al fotógrafo no le monés puntaje, que se cagó de frío afuera sacando fotos?”, recriminó Pagani luego del partido.
Una de las fotos tomadas por el negro: dos colosos de la cancha, el Uno y el Tanque
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Mariano mandó unas fotos comprometedoras, con compañías inconvenientes en las playas de San José de los Cabos, mientras hacía algunos trabajos vinculados con el periodismo. O al menos eso dijo. 


las fotos de marras ya corren (vuelan) por la red
como somos medio serio, preservamos la intimidad de los personajes


Habiendo visto las fotos, Maseta le propuso que para el próximo partido Mariano se abstuviera de participar y que enviara en cambio a su acompañante, una tal Florencia. La respuesta de Mariano no se hizo esperar. “No sería conveniente. Yo le conté a Florencia que juego con un equipo de estrellas y no sería bueno que viera la verdad”, se despachó el viajero fugaz.

domingo, 10 de junio de 2012

A SIMBADA LE SOBRARON ALTURA, GOL Y MISTICA ANTE TANTA FALACIA


FALACIA 0 V. SIMBADA 5

Síntesis del partido

Titi (10)

Bebe (8)
Borja (10)
Rorro (7)

Nacho (7)
Oso (8)
Horacio (10, figura del partido)

Mariano (7)

Beto (7)
Juanpi (7)
Pepo (jugó menos de 20 minutos, pero muy bien)
Maseta (8)


Simbada. Arriba, Pepo, Titi, Juanpi, Beto, Borja, Mariano y Maseta. 
Abajo Nacho, Horacio, Bebe, Rorro y Oso

Goles

Primer tiempo

Borja de cabeza a los 9 minutos;
Mariano, a los 18 minutos

Segundo tiempo

Beto, a los 17 minutos
En contra de un jugador contrario 19 minutos
Borja, a los 28 minutos

Cambios

Primer tiempo

Beto por Mariano, a los 21 minutos

Segundo Tiempo

Juanpi por Rorro; Maseta por Bebe, desde el comienzo
Rorro por Juanpi, a los 18 minutos
Mariano por Beto a los 20 minutos
Pepo por Rorro, a los 30 minutos

Bebe, Juampi, Rorro, Beto, Pepo, Borja y Horacio, 
en exigente precalentamiento


A SIMBADA LE SOBRARON ALTURA,GOL Y MISTICA ANTE TANTA FALACIA

Por Armando Paredes

La altura le sienta bien a Simbada. En ella se agranda y saca a relucir toda su mística. Fue una de esas mañanas en las que todo, absolutamente todo, salió bien. El equipo bordó tuvo tres pilares brillantes, y sin fisuras, en todas sus líneas: Tití construyó una de esas actuaciones memorables. Su seguridad y sus reflejos impidieron la caída de la valla simbadense en las muy pocas posibilidades que tuvo Falacia. Pero apareció en los momentos justos y transmitió seguridad. Línea por línea, Borja lideró la interrupción de todos los ataques falaces con el manejo impecable de sus tiempos, su limpieza para el quite, el anticipo y el constante pase al ataque.
Incluso, su figura parece consolidarse en las dos áreas, especialmente en pelotas paradas: dos tiros de esquina fueron convertidos en gol (golazos) por su eficacia implacable para buscar de cabeza, anticipando siempre a defensores contrarios. Un arma letal para Simbada.

Borja buscó siempre, hizo dos goles de cabeza, aquí el derechazo fue retenido por el arquero

Un párrafo aparte mereció Horacio, a todas luces la figura del partido. La de ayer fue “su” obra cumbre en lo que va de 2012. Hay enganche para rato… Combinó la galera y el bastón, con exquisitez, con su laboriosa colaboración en la defensa, cortando ataques oponentes, barrió con todas las pelotas que pasaron por el mediocampo, y construyó los mejores avances de Simbada. Con una gambeta sobria, efectiva, vertical, que distribuyó con acierto hacia Nacho y Oso, que fueron excelentes colaboradores.

Horacio fue la figura de la cancha. Sólo le faltó el gol. 
Aquí se le negó tras una brillante jugada suya bien tapada por el arquero

El buen pie de Oreja se va convirtiendo en la conducción del equipo, el que pone las pausas, marca el camino y deja a contra pierna a sus marcadores. Además, fue generoso con las entregas, un verdadero jugador de toda la cancha, que se desdobló por el equipo. Sobresaliente.

Mariano se paró bien en la cancha. Fue muy importante 
arrastrando marcas y jugando...sin pelota

Pero la victoria de Simbada se fue construyendo a partir del ahogamiento que sus delanteros, Nacho, Oso y Mariano, establecieron en todas las salidas de Falacia. La presión funcionó en gran nivel. En ello, pesó el despliegue y el creciente estado físico de los tres. Falacia no podía progresar en la cancha y el nerviosismo se apoderó de sus principales figuras. Desde el comienzo del partido, creció Simbada: Horacio con su movilidad, hacia ambos costados y hacia adelante, con sus descargas sobre Nacho, veloz y movedizo, por la derecha, y para el Oso, punzante y dinámico por la izquierda.

El remate de Nacho fue atajado por el arquero; siempre es peligroso y necesario para el equipo

Cuando ellos se juntaban temblaba Falacia. Rorro, siempre mostrándose, colaborativo, fue una excelente rueda de auxilio para esos avances y un reaseguro para tapar todo por su punta, la izquierda.

Rorro fue importante en la punta y el en medio campo, siempre aportó sacrificio y lucha

El Bebe redondeó una gran tarea en la punta derecha. Cortó el juego e hizo jugar a Nacho, Horacio y Oso. Siempre bien en los tiempos para anticipar, cortar y salir jugando. Su lugar en el segundo tiempo fue ocupado por Maseta, que lo igualó en efectividad, cuando Falacia ya no podía y estaba quebrado anímicamente. El nerviosismo de los rojiblancos se manifestó en constantes provocaciones de su zaguero cincuentón, que entró en el roce y en el constante parloteo con sus contrarios, especialmente en los tiros de esquina con Mariano, que no se dejó amedrentar ni respondió a sus desafiantes manotazos.

Oso, por la dercha fue un motor en el medio campo, 
se complementó muy bien con Horacio y tuvo sorpresa en el ataque

El equipo bordó avisó luego de una definición de emboquillada de Horacio, que tras pegar en el travesaño fue tomado de rebote por Mariano, que buscó colocar de cabeza al segundo palo, pero el tiro, débil, fue contenido por el arquero. 


Borja anticipa al arquero cabeceando a la vez pelota y puños


Ayudado por el tempranero golazo de Borja, que anticipó de cabeza un corner bien pateado de Bebe, mientras Mariano arrastraba las marcas, Simbada logró luego construir buen fútbol en tres cuartos de cancha. No se agotó en el juego vertical. Se animó –eso debe trabajar en el futuro, tiene con qué- a lateralizar, y combinar diagonales de Oso y Nacho, y a agruparse para sacar a relucir la fantasía, el toque, a combinar paredes y gambetas, especialmente entre Horacio, Oso y Nacho. Precisamente de una combinación en pared de Oso y Horacio, nació la habilitación de éste a Mariano, que sólo y bien ubicado empujó hacia la red, para gritar por segunda vez. Ese gol, por la jugada previa, infundió más confianza en Simbada.

Mariano, de buena actuación, tuvo el quinto gol tras una pared con Horacio. 
Tapó el arquero dos veces

Horacio pudo aumentar la ventaja con una brillante jugada individual bien tapada por el arquero contrario. Borja también llegó con un derechazo tras un centro de Nacho, que pudo aumentar la ventaja. Los bordós imponían superioridad y contundencia.

Beto desplegó su buen pie, presionó a los zagueros y convirtió el tercer gol, que fue clave

El Beto fue un gran reemplazo de Mariano. Su actuación de menor a mayor, pero por su buen manejo de pelota por momentos pudo replegarse para ser parte del tridente ofensivo Oso-Nacho-Horacio. No tuvo demasiadas oportunidades porque sobre el final del primer tiempo Falacia progresó en el campo y puso en aprietos a Tití y a la defensa, que respondieron a pie firme. Pero ya en el segundo tiempo, tras una asistencia perfecta de Horacio, Beto definió con gran oficio para marcar el tercer gol, el que dejaba a Simbada a las puertas de la goleada, en la cancha cuatro, ubicada en la altura. Los bordós se movían con soltura, a puro toque y agregaban gol a su futbol. Era fiesta.

Nacho fue un auxilio permanente en el medio campo 
y sus desbordes por la derecha llevaron siempre peligro

La fórmula era siempre la misma. La reacción de Falacia, más por amor propio que por capacidad, generó algunas oportunidades para el descuento. Pero Maseta, Borja y Juanpi (se fue lesionado), Rorro y luego Pepo construyeron una defensa inexpugnable, complementada por la espectacular mañana de Tití, concentrado, atento e imbatible. 
El gol en contra de Falacia


Una desgraciada jugada de los falaces terminó con un gol en contra luego de un tiro de esquina bien ejecutado por Nacho. Simbada se ponía 4 a 0, a 20 minutos del final.

Juampi remató (semitapado) con violencia, pero el arquero pudo contener, aunque con dificultad

Pero la actitud del vencedor fue encomiable. No se conformó y fue por más. Quizás el recuerdo de viejas goleadas que por descuidos se convirtieron en empate actuó como reflejo condicionado de un equipo, que en todas sus líneas, metió y metió, mordió y jugó, con una concentración envidiable. No había que aflojar. Con el ingreso de Mariano, un obsesivo del gol, que busca y busca (aunque no siempre encuentra), Simbada continuó en actitud de ataque. El alto delantero descargó en Horacio, que devolvió perfecta a sus pies. Pero el violento remate de Mariano fue rechazado por el golero rival, que dio rebote y le dio una buena oportunidad a su verdugo, que ya muy cerrado en el ángulo debió tirar incómodo y a las manos de guardavalla.

Borja se elevó para el quinto gol de Simbada, defendiendo y atacando fue uno de los pilares del equipo

Horacio manejaba la batuta, con elegancia, Oso circulaba la pelota, Nacho metía peligro. Otro centro en un córner de éste fue conectado de cabeza por Borja, con un tiro alto y al ángulo izquierdo, que marcó el 5 a 0 definitivo. Simbada tuvo otras posibilidades de aumentar y la goleada pudo ser por mayor diferencia. Pero en los últimos diez minutos, más allá de la superioridad, los simbadenses levantaron el pie y regularon el partido, jugando con los nervios del rival. Quien se extralimitó en ello fue Nacho, que provocó a sus adversarios y generó un entrevero que terminó con su expulsión y la del pelado cincuentón rojiblanco. El otro incidente fue un violento foul que un defensor petiso morocho le hizo sin pelota a Horacio. ¿Represalia? ¿Impotencia? Claramente sí. También Mariano puso la pierna fuerte frente a un contrario, aunque sin mala intención. ¡Nunca la tiene!

Mariano también entregó lucha. Casi quiebra a un contrario 
cuando fue a trabar una pelota dividida. Luego dijo que fue a la pelota...


Simbada tendrá que trabajar para repetir la concentración, el constante despliegue, la presión de sus delanteros en la salida, y el agrupamiento en sociedades de sus mejores talentos para jugar en tres cuartos de cancha y generar el toque en el área que hiere y mata. Ayer lo logró a la perfección. Hizo cinco goles y pudieron ser más.

Tendrá que enfrentarse a un rival durísimo el domingo próximo, como Dynamo Zagreb, los rojiblancos a cuadritos. Con esta victoria le sobra confianza, chapa y actitud. Hoy se lloran los puntos perdidos injustamente contra Vértigo, Jurassic Park y Pincharratas. No importa. El equipo ya salió del fondo de la tabla. Su capitán, Negro –ayer ausente por un tirón en un gemelo (ejem… creo que es eso, ¿no?)- debe lograr que le devuelvan los puntos quitados por la falta de aptos físicos en tiempo y forma. Si ello ocurre, los bordós acumularon ya 7 puntos. Pero estos hombres quieren más. Y van por más.

APOSTILLAS

El Bebe jugó un gran primer tiempo y se retiró del partido, a la gran carrera para no perder la lancha. Muchos se preguntaron si tenía algún problema gástrico o familiar. No, peor que eso. Tenía entradas para ir a ver Tigre – San Lorenzo, que jugaban en Victoria, a las 14, y, cuervo como es, no quería perderse el gran partido que definía posiciones en el descenso del torneo Clausura. A la luz de los resultados -el Ciclón perdió 3 a 1 contra Tigre-, Bebe debió haber jugado el segundo tiempo para Simbada y hacía negocio.
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“Jugamos en la altura”, dijo Beto antes de comenzar el partido. Muchos imaginaron el desgaste físico que implicaría tener que correr ochenta minutos en la cancha cuatro. Los tres metros de altura, sin embargo, no hicieron mella en el físico de los entrenadísimos simbadenses.
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Mariano estaba exultante por su gol, el segundo de Simbada, que fue una inyección anímica para el equipo por la jugada previa entre Horacio y Oso. “Por suerte, estaba bien ubicado, agradezco la generosidad de Horacio, que me vio libre. No tuve más que empujarla”. Luego se refirió a su estado físico. “Estoy trabajando bien, cada partido me siento con más potencia, aunque sé que me falta. Bajé 15 kilos en estos meses. Ahora estoy trabajando en reacción y sobre un viejo desgarro en el isquiotibial, con el osteópata, que me ayudó mucho. Confío en ir logrando ritmo para poder adquirir mayor potencia en el juego”, señaló.

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Cuando el partido expiraba, y el zaguero pelado cincuentón de Falacia atosigaba a sus contrarios, vencedores, con palabras subidas de tono, Nacho no tuvo mejor idea que reclamarle a sus defensores con voz bien audible: “Vamos, que estos están muertos”. La referencia peyorativa puso como un loco al jovatón, que lo increpó y ambos fueron expulsados con tarjeta azul por el referí, de buena actuación. Quizás fue la única mancha en la actuación de Nacho: su ausencia era más nociva para Simbada que la del pelado para Falacia.
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Cuando iban pocos minutos de juego, Juampi salió saltando en una pata de la cancha por una lesión y se tiró en el costado de la cancha, aparentemente afectado por un tirón en el aductor izquierdo. En la semana, los médicos del equipo trabajarán sobre la pierna del marcador de punta, pero se estima que no sería grave. El gesto de dolor, sin embargo, preocupó a todos.
Juanpi cumplio una buena tarea, pero debió irse tironeado en su aductor izquierdo
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El Negro, capitán, no pudo ser de la partida por una lesión leve en un gemelo. Aparentemente un tirón. Digamos… “Tendré que dedicarme a los estudios esta semana. Estoy con una bronca de locos. No me quería perder este partido. Pero son cosas del futbol y las acepto. Igualmente, todo el equipo hizo un partidazo y estoy muy orgulloso de mis muchachos”, dijo Pagani, ante los micrófonos. De todos modos, estuvo en un costado del campo, alentando, dirigiendo, sacando fotos para este blog, en colaboración con los reporteros Paredes y Pepo. ¡Vamos Negro, que te queremos pronto en el equipo!
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“Ya va el segundo gol que hago en Simbada y no pude tener ni una foto”, se quejó en los vestuarios Mariano. Su bonita conquista no fue registrada. Los jugadores le explicaron que el reportero estrella, Armando Paredes, cronista de este blog, estaba en ese momento muy ocupado cambiando el rollo de la máquina de fotografías. ¡Paredes compre una digital y déjese de jorobar!