FALACIA 0 V. SIMBADA 5
Síntesis del partido
Titi (10)
Bebe (8)
Borja (10)
Rorro (7)
Nacho (7)
Oso (8)
Horacio (10, figura del partido)
Mariano (7)
Beto (7)
Juanpi (7)
Pepo (jugó menos de 20 minutos, pero muy bien)
Maseta (8)
Simbada. Arriba, Pepo, Titi, Juanpi, Beto, Borja, Mariano y Maseta.
Abajo Nacho, Horacio, Bebe, Rorro y Oso
Goles
Primer tiempo
Borja de cabeza a los 9 minutos;
Mariano, a los 18 minutos
Segundo tiempo
Beto, a los 17 minutos
En contra de un jugador contrario 19 minutos
Borja, a los 28 minutos
Cambios
Primer tiempo
Beto por Mariano, a los 21 minutos
Segundo Tiempo
Juanpi por Rorro; Maseta por Bebe, desde el comienzo
Rorro por Juanpi, a los 18 minutos
Mariano por Beto a los 20 minutos
Pepo por Rorro, a los 30 minutos
Bebe, Juampi, Rorro, Beto, Pepo, Borja y Horacio,
en exigente precalentamiento
A SIMBADA LE SOBRARON ALTURA,GOL Y MISTICA ANTE TANTA FALACIA
Por Armando Paredes
La altura le sienta bien a Simbada. En ella se agranda y saca a
relucir toda su mística. Fue una de esas mañanas en las que todo, absolutamente
todo, salió bien. El equipo bordó tuvo tres pilares brillantes, y sin fisuras,
en todas sus líneas: Tití construyó una de esas actuaciones memorables. Su
seguridad y sus reflejos impidieron la caída de la valla simbadense en las muy
pocas posibilidades que tuvo Falacia. Pero apareció en los momentos justos y
transmitió seguridad. Línea por línea, Borja lideró la interrupción de todos los
ataques falaces con el manejo impecable de sus tiempos, su limpieza para el
quite, el anticipo y el constante pase al ataque.
Incluso, su figura parece consolidarse en las dos áreas,
especialmente en pelotas paradas: dos tiros de esquina fueron convertidos en gol
(golazos) por su eficacia implacable para buscar de cabeza, anticipando siempre
a defensores contrarios. Un arma letal para Simbada.
Borja buscó siempre, hizo dos goles de cabeza, aquí el derechazo fue retenido por el arquero
Un párrafo aparte mereció Horacio, a todas luces la figura del
partido. La de ayer fue “su” obra cumbre en lo que va de 2012. Hay enganche para
rato… Combinó la galera y el bastón, con exquisitez, con su laboriosa
colaboración en la defensa, cortando ataques oponentes, barrió con todas las
pelotas que pasaron por el mediocampo, y construyó los mejores avances de
Simbada. Con una gambeta sobria, efectiva, vertical, que distribuyó con acierto
hacia Nacho y Oso, que fueron excelentes colaboradores.
Horacio fue la figura de la cancha. Sólo le faltó el gol.
Aquí se le negó tras una brillante jugada suya bien tapada por el arquero
El buen pie de Oreja se va convirtiendo en la conducción del equipo,
el que pone las pausas, marca el camino y deja a contra pierna a sus marcadores.
Además, fue generoso con las entregas, un verdadero jugador de toda la cancha,
que se desdobló por el equipo. Sobresaliente.
Mariano se paró bien en la cancha. Fue muy importante
arrastrando marcas y jugando...sin pelota
Pero la victoria de Simbada se fue construyendo a partir del
ahogamiento que sus delanteros, Nacho, Oso y Mariano, establecieron en todas las
salidas de Falacia. La presión funcionó en gran nivel. En ello, pesó el
despliegue y el creciente estado físico de los tres. Falacia no podía progresar
en la cancha y el nerviosismo se apoderó de sus principales figuras. Desde el
comienzo del partido, creció Simbada: Horacio con su movilidad, hacia ambos
costados y hacia adelante, con sus descargas sobre Nacho, veloz y movedizo, por
la derecha, y para el Oso, punzante y dinámico por la izquierda.
El remate de Nacho fue atajado por el arquero; siempre es peligroso y necesario para el equipo
Cuando ellos se juntaban temblaba Falacia. Rorro, siempre
mostrándose, colaborativo, fue una excelente rueda de auxilio para esos avances
y un reaseguro para tapar todo por su punta, la izquierda.
Rorro fue importante en la punta y el en medio campo, siempre aportó sacrificio y lucha
El Bebe redondeó una gran tarea en la punta derecha. Cortó el juego e
hizo jugar a Nacho, Horacio y Oso. Siempre bien en los tiempos para anticipar,
cortar y salir jugando. Su lugar en el segundo tiempo fue ocupado por Maseta,
que lo igualó en efectividad, cuando Falacia ya no podía y estaba quebrado
anímicamente. El nerviosismo de los rojiblancos se manifestó en constantes
provocaciones de su zaguero cincuentón, que entró en el roce y en el constante
parloteo con sus contrarios, especialmente en los tiros de esquina con Mariano,
que no se dejó amedrentar ni respondió a sus desafiantes manotazos.
Oso, por la dercha fue un motor en el medio campo,
se complementó muy bien con Horacio y tuvo sorpresa en el ataque
El equipo bordó avisó luego de una definición de emboquillada de
Horacio, que tras pegar en el travesaño fue tomado de rebote por Mariano, que
buscó colocar de cabeza al segundo palo, pero el tiro, débil, fue contenido por
el arquero.
Ayudado por el tempranero golazo de Borja, que anticipó de cabeza un corner bien pateado de Bebe, mientras Mariano arrastraba las marcas, Simbada logró luego construir buen fútbol en tres cuartos de cancha. No se agotó en el juego vertical. Se animó –eso debe trabajar en el futuro, tiene con qué- a lateralizar, y combinar diagonales de Oso y Nacho, y a agruparse para sacar a relucir la fantasía, el toque, a combinar paredes y gambetas, especialmente entre Horacio, Oso y Nacho. Precisamente de una combinación en pared de Oso y Horacio, nació la habilitación de éste a Mariano, que sólo y bien ubicado empujó hacia la red, para gritar por segunda vez. Ese gol, por la jugada previa, infundió más confianza en Simbada.
Borja anticipa al arquero cabeceando a la vez pelota y puños
Ayudado por el tempranero golazo de Borja, que anticipó de cabeza un corner bien pateado de Bebe, mientras Mariano arrastraba las marcas, Simbada logró luego construir buen fútbol en tres cuartos de cancha. No se agotó en el juego vertical. Se animó –eso debe trabajar en el futuro, tiene con qué- a lateralizar, y combinar diagonales de Oso y Nacho, y a agruparse para sacar a relucir la fantasía, el toque, a combinar paredes y gambetas, especialmente entre Horacio, Oso y Nacho. Precisamente de una combinación en pared de Oso y Horacio, nació la habilitación de éste a Mariano, que sólo y bien ubicado empujó hacia la red, para gritar por segunda vez. Ese gol, por la jugada previa, infundió más confianza en Simbada.
Mariano, de buena actuación, tuvo el quinto gol tras una pared con Horacio.
Tapó el arquero dos veces
Horacio pudo aumentar la ventaja con una brillante jugada individual
bien tapada por el arquero contrario. Borja también llegó con un derechazo tras
un centro de Nacho, que pudo aumentar la ventaja. Los bordós imponían
superioridad y contundencia.
Beto desplegó su buen pie, presionó a los zagueros y convirtió el tercer gol, que fue clave
El Beto fue un gran reemplazo de Mariano. Su actuación de menor a
mayor, pero por su buen manejo de pelota por momentos pudo replegarse para ser
parte del tridente ofensivo Oso-Nacho-Horacio. No tuvo demasiadas oportunidades
porque sobre el final del primer tiempo Falacia progresó en el campo y puso en
aprietos a Tití y a la defensa, que respondieron a pie firme. Pero ya en el
segundo tiempo, tras una asistencia perfecta de Horacio, Beto definió con gran
oficio para marcar el tercer gol, el que dejaba a Simbada a las puertas de la
goleada, en la cancha cuatro, ubicada en la altura. Los bordós se movían con
soltura, a puro toque y agregaban gol a su futbol. Era fiesta.
Nacho fue un auxilio permanente en el medio campo
y sus desbordes por la derecha llevaron siempre peligro
La fórmula era siempre la misma. La reacción de Falacia, más por amor
propio que por capacidad, generó algunas oportunidades para el descuento. Pero
Maseta, Borja y Juanpi (se fue lesionado), Rorro y luego Pepo construyeron una
defensa inexpugnable, complementada por la espectacular mañana de Tití,
concentrado, atento e imbatible.
Una desgraciada jugada de los falaces terminó con un gol en contra luego de un tiro de esquina bien ejecutado por Nacho. Simbada se ponía 4 a 0, a 20 minutos del final.
El gol en contra de Falacia
Una desgraciada jugada de los falaces terminó con un gol en contra luego de un tiro de esquina bien ejecutado por Nacho. Simbada se ponía 4 a 0, a 20 minutos del final.
Juampi remató (semitapado) con violencia, pero el arquero pudo contener, aunque con dificultad
Pero la actitud del vencedor fue encomiable. No se conformó y fue por
más. Quizás el recuerdo de viejas goleadas que por descuidos se convirtieron en
empate actuó como reflejo condicionado de un equipo, que en todas sus líneas,
metió y metió, mordió y jugó, con una concentración envidiable. No había que
aflojar. Con el ingreso de Mariano, un obsesivo del gol, que busca y busca
(aunque no siempre encuentra), Simbada continuó en actitud de ataque. El alto
delantero descargó en Horacio, que devolvió perfecta a sus pies. Pero el
violento remate de Mariano fue rechazado por el golero rival, que dio rebote y
le dio una buena oportunidad a su verdugo, que ya muy cerrado en el ángulo debió
tirar incómodo y a las manos de guardavalla.
Borja se elevó para el quinto gol de Simbada, defendiendo y atacando fue uno de los pilares del equipo
Horacio manejaba la batuta, con elegancia, Oso circulaba la pelota,
Nacho metía peligro. Otro centro en un córner de éste fue conectado de cabeza
por Borja, con un tiro alto y al ángulo izquierdo, que marcó el 5 a 0
definitivo. Simbada tuvo otras posibilidades de aumentar y la goleada pudo ser
por mayor diferencia. Pero en los últimos diez minutos, más allá de la
superioridad, los simbadenses levantaron el pie y regularon el partido, jugando
con los nervios del rival. Quien se extralimitó en ello fue Nacho, que provocó a
sus adversarios y generó un entrevero que terminó con su expulsión y la del
pelado cincuentón rojiblanco. El otro incidente fue un violento foul que un
defensor petiso morocho le hizo sin pelota a Horacio. ¿Represalia? ¿Impotencia?
Claramente sí. También Mariano puso la pierna fuerte frente a un contrario,
aunque sin mala intención. ¡Nunca la tiene!
Mariano también entregó lucha. Casi quiebra a un contrario
cuando fue a trabar una pelota dividida. Luego dijo que fue a la pelota...
Simbada tendrá que trabajar para repetir la concentración, el
constante despliegue, la presión de sus delanteros en la salida, y el
agrupamiento en sociedades de sus mejores talentos para jugar en tres cuartos de
cancha y generar el toque en el área que hiere y mata. Ayer lo logró a la
perfección. Hizo cinco goles y pudieron ser más.
Tendrá que enfrentarse a un rival durísimo el domingo próximo, como
Dynamo Zagreb, los rojiblancos a cuadritos. Con esta victoria le sobra
confianza, chapa y actitud. Hoy se lloran los puntos perdidos injustamente
contra Vértigo, Jurassic Park y Pincharratas. No importa. El equipo ya salió del
fondo de la tabla. Su capitán, Negro –ayer ausente por un tirón en un gemelo
(ejem… creo que es eso, ¿no?)- debe lograr que le devuelvan los puntos quitados
por la falta de aptos físicos en tiempo y forma. Si ello ocurre, los bordós
acumularon ya 7 puntos. Pero estos hombres quieren más. Y van por más.
APOSTILLAS
El Bebe jugó un gran primer tiempo y se retiró del partido, a la gran
carrera para no perder la lancha. Muchos se preguntaron si tenía algún problema
gástrico o familiar. No, peor que eso. Tenía entradas para ir a ver Tigre – San
Lorenzo, que jugaban en Victoria, a las 14, y, cuervo como es, no quería
perderse el gran partido que definía posiciones en el descenso del torneo
Clausura. A la luz de los resultados -el Ciclón perdió 3 a 1 contra Tigre-, Bebe
debió haber jugado el segundo tiempo para Simbada y hacía negocio.
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“Jugamos en la altura”, dijo Beto antes de comenzar el partido.
Muchos imaginaron el desgaste físico que implicaría tener que correr ochenta
minutos en la cancha cuatro. Los tres metros de altura, sin embargo, no hicieron
mella en el físico de los entrenadísimos simbadenses.
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Mariano estaba exultante por su gol, el segundo de Simbada, que fue
una inyección anímica para el equipo por la jugada previa entre Horacio y Oso.
“Por suerte, estaba bien ubicado, agradezco la generosidad de Horacio, que me
vio libre. No tuve más que empujarla”. Luego se refirió a su estado físico.
“Estoy trabajando bien, cada partido me siento con más potencia, aunque sé que
me falta. Bajé 15 kilos en estos meses. Ahora estoy trabajando en reacción y
sobre un viejo desgarro en el isquiotibial, con el osteópata, que me ayudó
mucho. Confío en ir logrando ritmo para poder adquirir mayor potencia en el
juego”, señaló.
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Cuando el partido expiraba, y el zaguero pelado cincuentón de Falacia
atosigaba a sus contrarios, vencedores, con palabras subidas de tono, Nacho no
tuvo mejor idea que reclamarle a sus defensores con voz bien audible: “Vamos,
que estos están muertos”. La referencia peyorativa puso como un loco al jovatón,
que lo increpó y ambos fueron expulsados con tarjeta azul por el referí, de
buena actuación. Quizás fue la única mancha en la actuación de Nacho: su
ausencia era más nociva para Simbada que la del pelado para Falacia.
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Cuando iban pocos minutos de juego, Juampi salió saltando en una pata
de la cancha por una lesión y se tiró en el costado de la cancha, aparentemente
afectado por un tirón en el aductor izquierdo. En la semana, los médicos del
equipo trabajarán sobre la pierna del marcador de punta, pero se estima que no
sería grave. El gesto de dolor, sin embargo, preocupó a todos.
Juanpi cumplio una buena tarea, pero debió irse tironeado en su aductor izquierdo
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El Negro, capitán, no pudo ser de la partida por una lesión leve en
un gemelo. Aparentemente un tirón. Digamos… “Tendré que dedicarme
a los estudios esta semana. Estoy con una bronca de locos. No me quería perder
este partido. Pero son cosas del futbol y las acepto. Igualmente, todo el equipo
hizo un partidazo y estoy muy orgulloso de mis muchachos”, dijo Pagani, ante los
micrófonos. De todos modos, estuvo en un costado del campo, alentando,
dirigiendo, sacando fotos para este blog, en colaboración con los reporteros
Paredes y Pepo. ¡Vamos Negro, que te queremos pronto en el equipo!
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“Ya va el segundo gol que hago en Simbada y no pude tener ni una
foto”, se quejó en los vestuarios Mariano. Su bonita conquista no fue
registrada. Los jugadores le explicaron que el reportero estrella, Armando
Paredes, cronista de este blog, estaba en ese momento muy ocupado cambiando el
rollo de la máquina de fotografías. ¡Paredes compre una digital y déjese de
jorobar!
Que buen relato de los hechos. Bien el segundo y tercer gol que son los motivadores. Quedó la duda si el 7 metió pierna a propósito o quiso ir a la pelota. (raro) Están todos en buen estado. Una preguntita: Falacia se presentó a jugar??? un 5-0 es como too much!! :))
ResponderEliminarFelicidades y que sigan cosechando triunfos :)
En un día donde River casi casi nos mata a todos de un infarto y donde San Lorenzo dejo amargados a la "supuesta" mitad + 1 .
Ver tanta alegría en un campo de juego como la que sienten Ustedes..hace bien :)