lunes, 7 de mayo de 2012

LOS XENEIZES 2 V. SIMBADA 1

Titi (9)
Bebe (7)
Borja (8 - amarilla)
Rorro (7)
Negro (7)
Oso (8)
Horacio (8)
Nacho (7 – un gol)

Juanpi (6)
Maseta (6)
Mariano (-) (jugó menos de 30 minutos)

Los Xeneizes debieron sufrir para vencer a Simbada. En partido de ida y vuelta, la alegría fue para el conjunto que hoy se consolidó en la punta del Torneo Clásicos del Náutico. Cuando éste mejor jugaba, un extraordinario anticipo en el medio campo de Horacio generó un electrizante contraataque: una corrida y un perfecto pase a Nacho, terminó en una delicada definición que puso un inesperado 1-0 para Simbada. Hasta ahí, todo había sido de Los Xeneizees.
Nacho Saubidet convierte el gol de Simbada

Con un medio campo rápido, volantes de buen pie, un número 7 especialmente habilidoso y rápido, y un 10 talentoso, los boquenses se tornaban imparables para los mediocampistas simbadense. Mucho toque, dinamismo, circulación de pelota. Los xeneizes parecían más, abrían la cancha, generaban situaciones y convirtieron a Tití, apenas en los primeros diez minutos del partido, en la figura indiscutida de Simbada, que contuvo cuatro definiciones a quemarropa.
Titi, el uno, fue la figura del partido


Sin embargo, Simbada se fue consolidando a partir de una firme muralla como Borja: desde el fondo, sobrio pero omnipresente, fue generando seguridad al equipo. El Bebe y Rorro anticiparon a los jugadores más habilidosos del equipo boquense, que de a poco se fue diluyendo. Rorro se proyectó bien, a veces con más vértigo que efectividad, pero sus avances generaron preocupación al puntero.

Borja, muralla en la defensa, a punto de convertir el segundo de cabeza.











El negro Pagani fue importante en el medio campo.

El Negro Pagani fue importante en la marca, incansable en el medio campo. Poco a poco fue controlando al 7. Horacio anticipaba, quitaba, manejaba la pelota en velocidad, y hacía jugar. El Oso, como siempre, tuvo gran claridad para que Nacho generara el peligro allá arriba, en el no tan inalcanzable arco de los Xeneizes. Nacho pudo aumentar la ventaja. También lo tuvo Horacio. Borja pudo anotar de cabeza en  pelotas paradas. Y Tití, siempre el gran Tití, contenía el cero en el arco propio ante desequilibrantes ataques xeneizes.



Poco a poco, el joven equipo boquense comenzó a  sentir el peso del partido. Debió sufrir, especialmente en el segundo tiempo. En el comienzo del complemento, el Oso pudo torcer la historia del partido a favor de Simbada cuando descargó en Mariano y recibió de él en pared solo frente al arco rival: exquisito, como es, buscó colocarla al segundo palo y no fue gol por muy poco.

Los Xeneizes, que siempre dominaron y tuvieron la pelota, seguían tocando y haciendo circular el juego. Pero no llegaron tanto en el segundo tiempo hasta el arco de Tití. Simbada llevaba peligro en los contraataques. Nada hacía pensar en el empate. El partido se había equilibrado. Incluso, Simbada pudo aumentar como un cabezazo de Mariano, tras un corner, que se fue apenas por arriba del travesaño. Cuando peor estaban los Xeneizes, sin embargo, tuvieron la virtud de no desesperarse. Siguió fiel a su libreto.

Horacio, electrizante, desborda ante un rival.

Maseta, que ingresó por Bebe, hizo buen partido y acertó en los pelotazos para corridas de Nacho y Horacio. Juanpi, prolijo y sólido, generó la subida Rorro, para preocupar más al xeneize. Una jugada desgraciada, en la que Simbada fue sorprendido en un contragolpe, generó el empate xeneize. Para entonces, los dos equipos habían sentido el desgaste, y en un remate frontal desde afuera del área, muy desmarcado, uno de los buenos delanteros xeneizes fusiló a Tití que ya entonces no tuvo mucho que hacer.

Desde allí el partido fue parejo, aunque los boquenses pudieron aumentar la ventaja, si no hubiera sido por la falta de puntería de sus delanteros, bien marcados siempre los defensores simbadenses. Los Xeneizes estuvieron más cerca de estirar el score que Simbada de empatar. La suerte, que no tuvo el granate en otros partidos, la tuvo en esta mañana. Además de los aciertos de Tití bajo los tres palos, hubo malas definiciones de los delanteros del equipo ganador que erraron demasiado, en posición muy favorable. Simbada dejó una esperanza abierta. Peleó hasta el final contra el mejor. Se vienen Evelyn y Pincha Ratas: jugando así podrá comenzar a sumar.
Armando Paredes

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