SIMBADA 2 V. DYNAMO ZAGREB 0
Tití 10
Bebe 8
Borja 10
Rorro 9
Nacho 8
Negro 8
Horacio 10
Oso 8
Beto 7
Mariano 7
PRIMER TIEMPO
23 minutos, gol de Horacio (Simbada); 31 gol de Borja
(Simbada)
SEGUNDO TIEMPO
No hubo goles. Tarjeta amarilla para Nacho, por juego
brusco
CAMBIOS
Primer tiempo: 17 minutos, Negro por Beto, 20 minutos Bebe por
Mariano.
Segundo tiempo: Mariano por Negro; 20 Negro por Mariano y Beto por
Oso
CON CATEGORÍA Y AUTORIDAD, SIMBADA MARCÓ EL CAMINO DE LA
RECUPERACIÓN
Por Armando Paredes
Frente a un rival durísimo, con buenas figuras y larga experiencia,
Simbada impuso su categoría y su autoridad para marcar el camino de una
recuperación temprana en el torneo que recién comienza. Ganó por los destellos
de sus individualidades, pero también por la concentración y la solidez de un
equipo que se consolida con el correr de los partidos. Y que esta vez pudo
sostener durante los 80 minutos el orden, sobre la base del cual construyó un
juego ofensivo contundente. Sin vueltas, la victoria pudo ser por mucho mayor
margen que el 2 – 0 que finalmente obtuvo. No se distrajo nunca ni cayó en
lagunas.
Tuvo incluso más oportunidades para aumentar el score que las que
tuvo Dynamo Zagreb para descontar la diferencia. Si bien los cuadriculados
rojiblancos en situaciones aisladas pudieron empatar o disminuir la ventaja, no
lo pudieron lograr debido a la brillante mañana que tuvo El Uno. Titi redondeó
una actuación sin fisuras. Atento y seguro, salió a tiempo en todos los centros
y tapó disparos envenenados de sus peligrosos rivales.
Tití, una salida segura
Simbada había insinuado su poderío en el primer tiempo contra Old
Boys, en la que había dominado el juego. Pero no pudo sostener la ventaja en el
complemento ahogado en sus dudas y su desorden. Los bordó aprendieron de
aquellos errores y supieron apretar los dientes durante los 80
minutos.
Horacio probó todo el partido. La diferencia pudo ser mayor
Para ello fue clave la conducción de Horacio, la futbolística y la
psicológica. Con un juego vistoso, desenfadado, talentoso, hábil, Horacio ayudó
a la defensa, marcó a los oponentes más virtuosos, sacó pelotas de todos lados y
se hizo dueño de la pelota para distribuir con galera y bastón. Y también para
jugar siempre con buen criterio con Oso, Nacho y Negro. En una mañana inspirada,
el rubio enganche llegó a su climax descollante cuando se jugó una maniobra
individual entrando al área entre dos contrarios, que terminó con un zurdazo
cruzado que marcó el 1-0. Contundente y espectacular (ver foto).
Tití, de un nivel espectacular, tapó todo las las pelotas que le llegaron.
Seguridad y talento
El otro pilar de Simbada fue Titi. Tuvo pocas intervenciones, porque la defensa, liderada por Borja, jugó uno de sus mejores partidos de todos los tiempos. Sin embargo, el golero demostró una solvencia impecable en todas las jugadas de peligro que debió conjurar, fuera en mano a mano o en disparos de media distancia. Siempre bien parado, atento, con reflejos, y asombrosamente ágil. Se subraya lo de asombrosamente.
Borja fue sólido para frenar a los delanteros y llevó el equipo hacia adelante
La defensa ayudó de manera conmovedora a Titi. Borja fue
inexpugnable. Aplicó su clásico juego fuerte, viril, pero siempre bien
disimulado por su apariencia moderada, ingenua, piadosa, ascética, espiritual.
Ningún referí le cree a los delanteros que se quejan de él. Cuando terminó el
partido, uno de los oponentes comentó a este cronista “¡como pega el dos!”, cosa
que fue negada hasta el cansancio por el imparcial hombre de prensa. Borja
castiga, pero con elegancia, ayudado por su formidable estado físico. Y cuando
domina la pelota sale jugando, pisando fuerte, como un tractorcito, con cabeza
levantada y pelota dominada, como un estandarte para el equipo.
Borja se prepara para el cabezazo que sellará el 2 a 0
En otro de sus raptos de lucidez, en un tiro libre fue a buscar el
cabezazo y eligió el marcador más petiso de Dynamo. Eso desalentó a otras
marcas, más de su estatura. Horacio ejecutó formidablemente la falta y la pelota
llegó del cielo para el parental izquierdo del taicuondista que desde el segundo
palo, recostado sobre la izquierda, le cruzó el remate de cabeza al arquero
dinamense (foto). El 2 a 0 era justificado porque Simbada había hecho más que
Dynamo -no tan dinámico- y porque se lucía en el toque, la circulación y el buen
juego, sin ser hasta allí del todo contundente en el área rival.
Rorro, importantísimo en defensa, también pasó al ataque y llevó peligro
Pero a Borja lo ayudó Rorro, en una de sus mejores mañanas náuticas y
simbadenses. Rorro subió y bajó. Quitó, ganó posiciones, puso el cuerpo,
pero siempre se quedó con la pelota. Y
además tuvo disparos desde media distancia que llevaron peligro. Su
concentración fue total.
Mariano, marcado por Topo, fue importante en la presión a las salidas de Dinamo
Del otro lado, Bebe, que se había quedado dormido por la mañana,
debió adaptarse al match con el partido empezado. Su punta fue cubierta por
Nacho en los primeros minutos de su ausencia. Nacho hizo todo bien en ese
reemplazo. Pero el Bebe luego lo reemplazó con la misma solvencia y su punta no
tuvo problemas: no dejó pasar a sus rivales, aunque pudo fallar en alguna salida
y en algún anticipo. Pero fueron circunstancias que no pesaron en el
partido.
Negro, puro despliegue, molestó, quitó e hizo jugar al medio campo simbadense
El Negro, el Oso y Nacho acompañaron alternativamente a Horacio y
fueron siempre una descarga segura. En todo momento, entregaron al compañero
mejor posicionado. Y además fueron la marca escalonada que ayudó a hacer
efectiva la inteligente presión que Mariano ejerció toda la mañana sobre los
defensores dinamenses que intentaban salir con la pelota y no lo lograron con
comodidad. Nunca pudieron hacer pie gracias a las corridas de Mariano, que tuvo
fuerte despliegue (el desgarro va quedando atrás gracias a un trabajo de
ginmasio) y que siempre complicó a los defensores cuadriculados. Pero su aporte
no podía surtir efecto sin el auxilio de Nacho, Horacio, Oso y Negro que se
ocuparon de recuperar la pelota y armar juego para Simbada.
Horacio, figura, se sacó dos rivales y su tiro cruzado abrió el marcador. 1 a 0
Nacho desequilibra por su experiencia y su buen pie. El Oso es un
administrador inteligente de la pelota y la jugó con gran criterio. El Negro
corrió todo el partido, molestó y recuperó muchos balones. Incluso estuvo a
punto de llegar al gol con algunos rebotes que por poco no pudo conectar.
Mariano habilitó de cabeza a Horacio, que tuvo un mano a mano para aumentar. No se dio
En el primer tiempo, Mariano recibió pocas pelotas de peligro para
definir. Pero en el segundo, habilitó de cabeza a Horacio que de una corrida
casi pudo colocar al equipo 3 a 0. Minutos después Horacio cedió magistralmente
a Mariano para dejarlo mano a mano con el arquero, pero ante el cruce de un
defensor, el delantero debió rematar apurado y su definición fue rechazada por
el arquero.
Entre Negro y Horacio, amasijaron al 6 de Dynamo. Para que tenga
Luego de ello, hubo sendas oportunidades de Horacio, Nacho, Negro, y
del siempre activo Beto, cuya calidad sigue intacta (la futbolística y la
humana), que tuvieron a maltraer a los buenos defensores dinamenses y que
merodearon el arco siempre amenazantes. Sobre el final, hubo cruces, piernas
fuertes y una amonestación para Nacho. Dynamo intentó reaccionar con más ímpetu
que futbol. Pero más “dinámico” fue Simbada, que fue ahogando al rival en su
catenaccio. Los bordo jugaron con mucha inteligencia y serenidad –se habló poco
en el campo- cuando había que dormir el partido, lateralizando el juego, y
haciendo correr la pelota más que al hombre (algo necesario en los últimos
minutos). Su enorme triunfo, por la guapeza, por la concentración, por el orden
y por los momentos de alto volumen de juego, marcó el camino por seguir: jugando
así ningún adversario es imbatible.
Negro, con marca dura sobre el Dynamense. Era necesaria
APOSTILLAS
Simbada tendrá fecha libre el domingo próximo y el día 30 jugará
contra Ebelyn, un partido clave para el cual se intentarán diseñar estrategias
para estos quince días. “Tenemos dos semanas para planificar el partido. Estamos
pensando en no renunciar a nuestro estilo ni a nuestra conducta en el campo.
Ebelyn es duro pero podemos hacer un buen partido”, dijo el capitán Negro a la
prensa luego del triunfo de Simbada contra Dynamo, ya en los vestuarios. “El
triunfo de hoy es importante porque da confianza, porque pudimos revertir un
fantasma: el de los segundos tiempos. Y además porque ayuda a estar prendidos en
la tabla cuando vienen partidos complicados. Pero nos tenemos fe. Tengo equipo,
jugadores, mística y unos jugadores con muchas agallas”, dijo Negro.
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Los grandes ausentes. Se esperaba la entrada en escena de Pepo. El lo
había confirmado. Las expectativas eran totales. Pero cuando llegó la hora del
partido, iban llegando lanchas, cada quince minutos… y Pepo no apareció. Se
tejieron muchas hipótesis. Su presencia hubiera sido clave. El comentario se
escuchó con sorna en el vestuario simbadense. El otro que dio que hablar fue
Beto. 
Había acusado problemas de fuerza mayor para poder asistir al partido.
Pero a las 9.30 estaba en la primera lancha, firme como un soldado, junto a
Borja, Titi, Mariano y Oso (el resto del equipo llegó en la lancha siguiente).
Beto siempre es importante, por lo que aporta en fútbol y por su ascendencia
sobre el equipo. Quien se llevó un reto de Negro fue Bebe, que llegó 10 minutos
tarde, pero jugó un partido muy bueno. Su excusa fue que la lancha había parado
en muchos semáforos. No resultó creíble. 
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Viajero. Como todos saben, Mariano es amigo de Armando Paredes, que
tiene que viajar el viernes próximo a Nueva York para seguir a la presidenta
Cristina Kirchner que irá a exponer a las Naciones Unidas los grandes logros
(innegables) lineamientos de la política internacional del Gobierno, cada vez
más exitosa. El mundo espera la palabra de la líder de todos los argentinos, la
inventora del cepo cambiario, y por ello Mariano deberá colaborar con Armando en
la noble misión de contarle al país sobre el interés que despierta en esos
elevados ámbitos la gestora de todas nuestras alegrías. Es por ello, que Mariano
no estará la semana próxima aunque ello no resentirá al equipo –ni lo afectará a
él, que es lo que le importa- porque Simbada tiene fecha libre. De todos modos,
arregló todo para poder volver el sábado 29 y estar presente el domingo 30. “No
me quería perder el partido contra Ebelyn. Nos ganaron el año pasado y quiero
estar allí”, dijo a la prensa el alto jugador. No pudo conseguir hotel con
gimnasio en la Gran Manzana. Por eso, se prepara unas zapatillas para salir a
correr por el Central Park y mover un poco las piernas durante los breves
silencios de la mandataria.
Los mosquitos asediaron a los jugadores en el comienzo del partido.
Se consumieron kilos de Off para poder sobrellevar la nube que picó en todos
lados. A poco de comenzar el partido, entre las corridas y el descenso de la
temperatura, los molestos insectos fueron desapareciendo. Por el apuro, Simbada
formó para la foto pero esta vez, lamentablemente, por algún error, la foto del
equipo no salió.
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