domingo, 9 de marzo de 2014

SIMBADA 0 V. XENEIZES 6

¿De rodillas?: El banco de Simbada, cuando todo estaba perdido. No tuvo respuestas tampoco en su DT.

FORMACION Y PUNTAJE
Titi 7 
juampi 6 
Borja 5
Bebe 5
Maxi 8
Oso 6
Negro 6
Pepo 6
Marcelo 5 
Iain 6 
Nico 5 
Maseta 6,01

LO PEOR YA PASÓ: SIMBADA SE COMIO UNA GOLEADA QUE DEJA UNA LUZ DE ESPERANZA
El resultado miente. El comienzo de Simbada fue más que alentador y no hay que dejarse llevar por la matemática. No siempre 2 más 2 es 4. Ni 2 más 4 es 6. Aunque parezca un burdo juego de palabras, el 0 a 6 que debió soportar Tití, de gran actuación hasta los 30 minutos del primer tiempo, dejan muchas lecciones y una gran luz de esperanzas acerca de que Simbada tiene todo para mejorar. Seguramente las derrotas futuras serán por menos goles y eso hay que celebrarlo.
     El arquero Xeneize miró el partido tranquilo

El equipo bordó comenzó muy bien parado. Pero apenas la pelota comenzó a rodar debió observar como los jugadores xeneizes se desdoblaban y progresaban en la cancha mientras los propios se desparramaban. Hasta el primer gol de Xeneize (lo hizo el 4 de penal, inatajable, alto y a la izequierda de Tití) el equipo perdedor luchó a brazo partido. Metáfora siempre bienvenida teniendo en cuenta que Mariano miró el partido desde el banco, también con el brazo partido. Pero ya en franca recuperación. El doctor Guillermo Botto ha dicho que podrá regresar a la cancha dentro de 50 días porque ya van 40 días desde su fractura de clavícula.Pese a que algunos creen que en la ausencia de Mariano puede estar la clave de la recuperación de Simbada, este cronista asegura que se torna cada vez más necesario su regreso. De todos modos, le faltan 4 fechas para cumplir con la injusta suspensión disciplinaria.
Tití en uno de sus revolcones, detuvo uno de los 23 tiros al arco que no fueron gol

Luego de ese primer segundo en que Simbada estuvo bien parado, comenzaron las dudas y el único que mostró seguridad fue Tití, que salvó a Simbada de la caída de su arco en media docena de veces, aunque luego no pudo salvarla en otra media docena de veces. No obstante Tití mostró que las morcillas y chorizos que convidó el viernes lo habían entonado. En realidad todo Simbada quedó "entonado" desde el viernes cuando en el asado de Tití corrieron varias botellas de buen vino que fueron coronadas por un gran flan con dulce de leche que no ayudó a la digestión de los jugadores durante el fin de semana. Pero las dudas comenzaron en la defensa con algunas salidas inseguras de Bebe, con el no siempre sólido Borja y con un Juampi que alternó buenas y malas. Solo dos llegadas de Simbada mostraron una ilusión que no tenía razones. 
El estadio vivó a Tití

El medio campo, con Maxi, Oso y Negro no podía con la velocidad y la técnica xeneize. Maxi lució más recuperado del verano, pero sus compañeros evidenciaron falta de fútbol, aunque una garra positiva, porque nunca dejaron de correr, por lo cual queda un crédito abierto para el futuro. Los jugadores contrarios juegan a otra cosa. Toques, gambetas, caños, sutilezas. Y mucha velocidad. Así se quebró la igualdad a los 30. El 4 de ellos, imparable, fue derribado con un empujón amable de Borja antes de ingresar en el área pero cayendo aparatosamente dentro de la zona prohibida en una evidente actitud de simulación. Pero el referí, que estaba lejos y que cada día pierde más la vista, o que estaría distraído comentando con Maxi las desnudeces de los últimos almanaques de la última gomería en la que debió parar el rubio simbadense, cobró un penal inexistente. Tan inexistente que los propios jugadores de Xeneizes pusieron la pelota en el ángulo del área para patear el tiro libre y el hombre de amarillo la colocó en persona en el punto del penal. Pero la correción de los de Simbada siempre es inalterable. Nadie protestó. A partir de entonces los goles comenzaron a fluir con frecuencia y Titi debió ir a buscar la pelota dentro del arco dos veces antes de terminar el primer tiempo. 
Otro avance de Xeneizes, Tití parece listo para volar 

El partido estaba liquidado.Los jugadores de simbada también estaban liquidados. En el segundo tiempo, hubo mucha voluntad de Marcelo Burgos, que combinó con Juampi lanzado al ataque, y también hubo una corrida de Borja -siempre Borja- que terminó en los pies de Máxi que definio muy mal cuando podía haber echado el centro atrás para Nico, que venía solo. Era un descuento apenas, pero hubiera generado un chizpazo de reacción.
 Otra incursión de Tití adentro del arco para sacar una pelota. Fueron seis

En el segundo tiempo fue el mismo libreto. Xeneizes lanzado hacia adelante procurando incrementar la diferencia de gol y Tití revolcándose junto a sus defensores, ahora con Maseta y Pepo rodeando a Borja. Maseta estuvo correcto, tanto en la contención como en la salida, aunque en estos casos algo más inseguro. De todos modos su rendimiento estuvo apenas por encima de lo habitual por lo cual mereció una calificación de 6,01 por parte de este cronista.
El contrario gano en el área por arriba y por abajo

Iain le aportó una cuota interesante de lucha al mediocampo luego de reemplazar al Negro, que también había dejado todo en la cancha, hasta el último matambre del viernes. La desventaja tan abismal desanimó a los muchachos de Simbada. Pero en el balance final, más allá de que la goleada pudo ser ampliamente mayor, hay que decir que lo peor ya pasó. No habrá otro rival como Xeneize y la fibra y el corazón de los bordó marcarán la remontada. Eso encendió una gran luz de esperanza.
ARMANDO PAREDES

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